Ischia: Una Joya Por Descubrir Frente A Nápoles
Menos conocida que su vecina Capri, la isla de Ischia es una de las perlas del Golfo de Nápoles. Verdadero refugio de verdor, este destino respira serenidad. Sus paisajes son una invitación a pasear por la orilla del mar o a relajarse en las numerosas fuentes termales de la isla. Después de la afluencia estival, aproveche la temporada baja para disfrutar de la dolce vita en una atmósfera más tranquila. ¡Aquí hay 3 buenas razones para elegir este destino en Italia!
1- Sus fuentes termales en abundancia
Ischia es la más grande y, quizás, la más hermosa de las islas de la bahía de Nápoles o Islas Flégreas. Con una superficie de 47 km², se extiende 10 km de este a oeste y 7 km de norte a sur.
A pesar de sus dimensiones reducidas, esta isla de origen volcánico posee uno de los patrimonios termales más ricos del mundo. Se cuentan no menos de 96 centros termales, alimentados por cientos de fuentes calientes. Ya en la época de los romanos, esta isla era famosa por sus aguas alcalinas y sulfurosas con propiedades relajantes y terapéuticas.
Otro testimonio del vulcanismo de la isla son las fumarolas que se pueden ver en muchos sitios, especialmente en la playa de Maronti, donde la arena permanece caliente todo el año, ¡incluso en invierno!
2- Sus paisajes entre mar y verdor
Ischia fue formada por las lavas del Epomeo, un volcán extinto cuyo pelado pico se eleva a 780 metros de altitud. Punto culminante de la isla, la cima del Epomeo ofrece una vista impresionante del golfo de Nápoles y de esta isla surcada por corrientes de lava y salpicada de viñedos en terraza. Para subir, hay que contar con una hora de caminata desde el pueblo de Fontana.
El suelo fértil es propicio para una vegetación exuberante, compuesta por pinares, viñedos, jardines floridos y limoneros. Estos mil matices de verdor han valido a este destino tan popular el apodo de isla verde.
En los años 1950, estrellas como Elizabeth Taylor o Luchino Visconti eligieron este lugar paradisíaco para vivir. Hoy en día, los napolitanos y los turistas encuentran en este islote de verdor un entorno vacacional fuera de lo común entre playas y colinas.
A tener en cuenta: el célebre director italiano Luchino Visconti descansa en Ischia. Poseía allí una villa, La Villa Colombaia, que durante un tiempo fue un museo pero que hoy está cerrada al público.
3- Por sus localidades pintorescas
Ischia no es solo uno de los destinos termales más reputados de Italia. También es una isla con múltiples tesoros, empezando por Ischia Porto, la ciudad más grande.
En la ciudad vecina de Ischia Ponte, conectada a la parte principal de la isla por un puente peatonal, podrás admirar el magnífico Castillo Aragonés y la Torre Guevara. ¡Este impresionante castillo del siglo XV se ha convertido en el emblema de la isla! Verdadera ciudadela, el Castello aragonese alberga iglesias, una prisión y un torreón. La vista panorámica sobre Capri y el golfo de Nápoles desde sus jardines en terrazas es impresionante.
El municipio de Forio en la costa oeste de la isla también merece una visita por sus jardines de la Mortella, ricos en más de 3000 especies de plantas mediterráneas o exóticas, diseminadas en un laberinto de senderos en la ladera de la colina. No muy lejos de allí, Lacco Ameno alberga la villa Arbusto y su museo arqueológico Pithecusae, que presenta numerosos testimonios de la implantación de los griegos en Ischia.
En la vertiente sur de la isla, más salvaje, encontrarás pequeños pueblos pintorescos como Sant'Angelo, un pueblo de pescadores situado frente a un inmenso promontorio rocoso. No dudes en sentarte en el puerto para degustar la pesca del día o el coniglio all'ischitana. Esta especialidad local es conejo estofado con tomate.