Oingt En El Beaujolais: Un Viaje A Través Del Tiempo Y La Luz
Situado en el corazón de las colinas del Beaujolais, Oingt, clasificado entre los Pueblos Más Bonitos de Francia, ofrece a los visitantes un espectáculo único en cada momento del día. Este pueblo medieval, construido en piedra dorada, capta y refleja la luz de una manera mágica. Le proponemos seguir el hilo de la luz y el tiempo para descubrir este pueblo medieval desde un ángulo inédito.
La mañana: el despertar de las piedras doradas
En las primeras horas del día, el pueblo de Oingt en el departamento del Ródano se despierta bajo la luz del sol naciente. Si madrugas, podrás admirar las callejuelas empedradas y las casas medievales bañadas por una suave luz y aprovechar esta primera hora dorada para tomar hermosas fotos.
El sol de la mañana despierta los muros de piedra ocre y los hace brillar con un resplandor pacífico. Las casas del pueblo fueron construidas con una roca de caliza ocre local y económica llamada la piedra dorada.
Para disfrutar del espectáculo, comienza tu día con un paseo por el pueblo histórico, cuyas algunas casas datan del siglo XIII. Partiendo desde la puerta de Nizy, entrada principal del pueblo medieval, podrás recorrer las callejuelas inclinadas y llegar a la Iglesia de San Mateo, cuyas piedras se iluminan desde la mañana.
Luego sube a la Torre de Oingt, el antiguo torreón del castillo feudal. Desde su cima, tendrás una vista impresionante del Beaujolais y quizás puedas divisar el Mont Blanc en un día despejado.
Al mediodía: el resplandor del sol en el cenit.
Entre el mediodía y las 14h, cuando el sol está en su punto más alto, las piedras doradas de Oingt brillan con una intensidad particular, como si el pueblo estuviera hecho de oro. Es el momento ideal para pasear por sus callejuelas y descubrir las tiendas de artesanos y las galerías de arte. La dulzura de vivir en este pueblo ha atraído a numerosos artesanos, pintores, vitralistas, alfareros y joyeros que ofrecen sus creaciones.
Para el almuerzo, siéntese en uno de los restaurantes tradicionales y pruebe las especialidades del Beaujolais como la famosa "cervelle de canut" y los vinos locales. En los alrededores, cinco fincas producen Beaujolais AOP. De hecho, es el primer viñedo del mundo en recibir la etiqueta Geoparque Mundial de la UNESCO.
Después de esta merecida pausa, aproveche la brillante luz del comienzo de la tarde para explorar los alrededores del pueblo, tomando los senderos que serpentean entre los viñedos dorados por el sol.
Si el sol no se presenta, programe mejor una visita al Museo de la Música Mecánica. Sus colecciones de instrumentos antiguos y cajas de música le harán viajar en el tiempo de una manera igualmente poética y original.
Al final de la tarde: la puesta de sol sobre las piedras doradas.
El clímax del espectáculo comienza al anochecer. Tan pronto como el sol declina, una cálida luz dorada envuelve el pueblo de Oingt en una atmósfera irreal. Con sus piedras más doradas que nunca, este burgo medieval parece salido de un sueño.
La puesta de sol es el mejor momento del día para fotografiar el pueblo desde la Torre de Oingt o desde un punto de vista exterior, paseando por los viñedos circundantes.
En este escenario fuera del tiempo, los paisajes se tiñen de matices dorados a diferentes horas del día. Déjate guiar por estos juegos de luces para descubrir las callejuelas y los vestigios medievales en su máximo esplendor. En el País de las piedras doradas, cada momento del día ofrece una nueva perspectiva e invita a un nuevo descubrimiento.