Hipertensión Arterial: Lo Que Se Debe Saber En 5 Preguntas
En Francia, se estima que 17 millones de personas padecen de hipertensión arterial, pero más de 6 millones de ellas lo desconocen. Es importante controlar la presión arterial de manera regular porque esta condición silenciosa no es inofensiva. Constituye un factor de riesgo que puede llevar a complicaciones muy graves, como infartos o accidentes cerebrovasculares. Aquí está todo lo que necesitas saber al respecto en 5 preguntas.
¿Qué es la hipertensión arterial?
La hipertensión arterial o HTA se refiere a una presión arterial demasiado alta.
La presión arterial, que corresponde a la presión ejercida por la sangre contra las paredes de las arterias, se expresa con dos cifras:
- la presión sistólica: la presión de la sangre cuando el corazón se contrae y la impulsa en las arterias.
- la presión diastólica: la presión de la sangre cuando el corazón se relaja y se llena de nuevo.
La tensión se considera normal cuando la presión arterial sistólica es inferior a 140 milímetros de mercurio (Hg) y la presión arterial diastólica es inferior a 90 milímetros de Hg.
¿Cuáles son los síntomas de la hipertensión arterial?
Algunos pacientes hipertensos se quejan de síntomas como dolores de cabeza al final de la noche, zumbidos en los oídos o moscas negras delante de los ojos.
Pero la mayoría de las personas afectadas no siente ningún síntoma y piensa que está en plena forma. Este problema pasa desapercibido durante mucho tiempo porque evoluciona silenciosamente. Pero no es sin consecuencias para la salud de las personas hipertensas.
A partir de los 50 años, se recomienda controlar la tensión al menos una vez al año, o incluso dos veces si hay factores de riesgo adicionales como la edad, la herencia y el ser mujer. De hecho, después de la menopausia, una de cada dos mujeres se ve afectada debido a la caída de los estrógenos que aseguran la flexibilidad de las arterias.
3- ¿Cuáles son los riesgos asociados con la hipertensión arterial?
Cuando la presión arterial es demasiado alta, las arterias envejecen más rápido, el corazón se sobrecarga y se cansa. Por eso, la hipertensión es un factor de riesgo muy preocupante.
Puede tener graves consecuencias a largo plazo para la salud, ya que promueve:
- un infarto de miocardio;
- los ACV o accidentes cerebrovasculares;
- una insuficiencia renal;
- una insuficiencia cardíaca;
- una arteriopatía de las extremidades inferiores.
El riesgo de complicaciones cardiovasculares, neurológicas y renales, e incluso de muerte, aumenta con el incremento de la tensión.
4- ¿Cómo prevenir y limitar la hipertensión arterial?
Los riesgos para la salud pueden reducirse mediante un tratamiento farmacológico adecuado. Este problema también puede prevenirse con una buena higiene de vida.
La principal dificultad reside en el carácter insidioso de la hipertensión. Muchos pacientes hipertensos no presentan síntomas y descubren su presión arterial elevada durante un examen médico motivado por otra causa.
En la gran mayoría de los casos, este problema no tiene una causa médica precisa. Sin embargo, se sabe que su aparición está estadísticamente relacionada con ciertos factores como la edad y la higiene de vida.
La presión arterial aumenta con el avance de la edad. La hipertensión afecta solo al 1 % de las personas de 20 a 29 años, pero al 20 % de los de 60-69 años y al 50 % de los mayores de 80 años. El papel de la herencia también ha sido demostrado, pero los pacientes pueden actuar principalmente en su alimentación y actividad física.
El consumo de sal, el peso y el estrés crónico influyen directamente en la presión arterial, de ahí la importancia de comer equilibrado y poco salado y de hacer deporte regularmente. Por el contrario, es necesario asegurarse de tener una ingesta suficiente de calcio y potasio, ya que estos nutrientes ayudan a regular la presión arterial.
5- ¿Cómo tratar la hipertensión arterial?
Controlar su presión arterial al menos una vez al año es un verdadero acto de prevención de la hipertensión arterial y sus consecuencias (infarto, ACV...).
Además de los diferentes tratamientos farmacológicos, el respeto a ciertas reglas de higiene de vida y a ciertos hábitos alimenticios a veces puede ser suficiente para normalizar la presión arterial.
Probablemente su médico le aconsejará:
- perder peso en caso de sobrepeso.
- limitar su consumo de sal y alcohol.
- dejar de fumar si es fumador.
- realizar actividad física regularmente y moverse al menos 30 minutos cada día.
- practicar técnicas de relajación como el yoga o la sofrología, por ejemplo.
- tratar la apnea del sueño si es necesario.