Chemofog: Los Trastornos Cognitivos Relacionados Con El Cáncer En 5 Preguntas
Todo el mundo sabe que la quimioterapia provoca náuseas y fatiga. Pero, ¿has oído hablar del chemofog? Esta palabra curiosa que proviene del inglés se refiere a los trastornos cognitivos relacionados con los tratamientos contra el cáncer. Te explicaremos de qué se trata y cómo enfrentarlo en 5 preguntas.
1- ¿Qué es el chemofog?
El término chemofog es un acrónimo compuesto de dos términos en inglés: chemo para quimioterapia y fog para niebla.
Se habla de la niebla londinense para describir la espesa niebla que cae regularmente sobre la ciudad de Londres... Esta palabra figurativa es, por lo tanto, una excelente manera de describir los trastornos cognitivos que nublan el cerebro de los enfermos de cáncer. A veces también se habla de chemobrain (literalmente: cerebro químico).
¿Cuáles son los síntomas de la neblina química?
Según diferentes estudios, entre el 40 y el 72 % de los pacientes tratados por cáncer sufren de chemofog. Estas cifras hacen de este problema la segunda queja más expresada por los enfermos, después de la fatiga pero antes del dolor.
Sin embargo, es importante precisar que solo el 30 % de estos pacientes presentan un verdadero deterioro cognitivo. En los otros casos, se trata más bien de una sensación, de una impresión de confusión mental que no deja de ser difícil de gestionar en el día a día.
Esta niebla cognitiva se manifiesta por diferentes síntomas, entre ellos:
• dificultades para concentrarse y memorizar nueva información.
• la imposibilidad de realizar varias tareas al mismo tiempo.
• dificultades para encontrar las palabras.
• dificultades para orientarse en el espacio.
• la incapacidad de recordar dónde se ha guardado un objeto y dónde se han puesto las llaves, por ejemplo.
3- ¿Cuáles son las causas del chemofog?
Durante años, tanto los médicos como los pacientes han atribuido los síntomas del chemofog a la toxicidad de la quimioterapia. Aunque algunos tratamientos de quimioterapia pueden atravesar la barrera hematoencefálica y afectar directamente el funcionamiento del cerebro, hoy se sabe que estas moléculas no son las únicas responsables de los trastornos cognitivos de los pacientes.
Este problema es multifactorial. Es por eso que algunos especialistas prefieren hablar de cancerfog en lugar de chemofog.
Entre las diferentes causas posibles de esta neblina mental, se pueden destacar:
• el estado inflamatorio global relacionado con el propio cáncer, que podría perturbar indirectamente las capacidades cerebrales de los pacientes.
• el conjunto de tratamientos, incluida la hormonoterapia en pacientes con cáncer de mama hormonodependiente.
• el impacto psicológico de la enfermedad, con el choque del diagnóstico de cáncer y la ansiedad o incluso la depresión que esto puede causar.
• la falta de sueño causada por todos los factores anteriores.
4- ¿Cuál es la duración de la niebla química?
¡Si tiene la impresión de perder la cabeza desde que sigue sus tratamientos contra el cáncer, tranquilícese! En la mayoría de los pacientes, la niebla química es un estado pasajero que se desvanece aproximadamente un año después de finalizar los tratamientos.
Solo los pacientes mayores y fatigados por los tratamientos pueden presentar este tipo de trastornos cognitivos durante varios años. No todos somos iguales frente a este problema porque todo depende de la reserva cognitiva, es decir, del stock de neuronas propio de cada uno.
En cualquier caso, esta niebla mental no es una fatalidad, ya que es posible atenuar los síntomas entrenando el cerebro para buscar palabras o ubicarse en el espacio, por ejemplo. Algunos hospitales, como los de Burdeos y Caen, ofrecen consultas de memoria y talleres de rehabilitación cognitiva.
5- ¿Cómo enfrentar la niebla cerebral causada por la quimioterapia?
En casa, algunos trucos simples pueden ayudarte a manejar los efectos del chemofog:
• hacer listas en un cuaderno o en tu smartphone de cosas importantes que no debes olvidar, como las fechas de citas y cumpleaños, por ejemplo.
• llevar un diario para describir tus problemas de memoria y concentración y poder luego describirlos mejor a tu médico.
• elegir un lugar en la casa para colocar una bandeja vacía y guardar los pequeños objetos que podrías perder, en particular tus llaves y tu cartera.
También puedes reeducar tu concentración con juegos como sopas de letras o sudoku, pero este entrenamiento cerebral debe ser lúdico. ¡No debe convertirse en una carga adicional durante tus tratamientos!
En términos más generales, tu higiene de vida es muy importante para enfrentar los efectos secundarios de tu tratamiento. Debes tomarte el tiempo para descansar y cuidar la calidad de tu sueño para atenuar los trastornos cognitivos. Las técnicas de relajación como la hipnosis, la sofrología y la meditación también pueden ayudarte a despejar tu mente de preocupaciones para tener más espacio mental disponible.
¡No dudes en hablar de ello a tu alrededor, idealmente con un psiquiatra o un psicólogo! No hay vergüenza en perder un poco de agudeza mental debido a tu tratamiento.
Hoy en día, el chemofog ya no es un tabú sino un efecto secundario conocido y reconocido por los cuidadores. Para los pacientes, es importante tratar estos trastornos cognitivos para facilitar el regreso a una vida normal, tanto en el ámbito personal como profesional.