Automasaje De Pies: Una Rutina Fácil
Según los principios de la reflexología podal, el masaje de los pies es beneficioso no solo para relajarse sino también para equilibrar todo el organismo. A diferencia de otras partes del cuerpo inaccesibles, como la espalda, es posible masajearse los pies uno mismo. Te ofrecemos descubrir un método fácil de automasaje de los pies.
1- Masaje de la planta de los pies con una pelota
Para realizar este automasaje de pies, necesitarás una pequeña pelota dura, como una pelota de tenis por ejemplo. Siéntate en una silla y comienza a rodar la pelota debajo de tu pie izquierdo durante un minuto, manteniendo una presión constante.
Intenta pasar la pelota por todo el arco del pie, desde el talón hasta los dedos, sin olvidar los bordes del pie en la parte interna (hacia el dedo gordo) y en la parte externa (hacia el dedo meñique).
Haz una pausa de unos segundos y luego haz lo mismo bajo tu pie derecho durante un minuto.
2- Serie de flexiones-extensiones
Adopta luego una posición cómoda que te permita agarrar tu pie izquierdo con tu mano derecha. Por ejemplo, puedes sentarte en el suelo y colocar tu pie izquierdo sobre tu rodilla derecha.
Agarra todos los dedos del pie izquierdo con tu mano derecha y realiza movimientos de flexión-extensión pasiva durante 30 segundos. Realiza el movimiento lentamente, respetando los límites de tu movilidad articular. Si sientes dolor, detén inmediatamente el movimiento.
Importante: al igual que todas las técnicas de automasaje de los pies presentadas en este artículo, esta movilización de los dedos no debe ser dolorosa.
Haz una pausa de unos segundos y luego realiza los mismos movimientos de flexión-extensión pasiva durante 30 segundos en los dedos del pie derecho.
3- Masaje de la parte superior del pie
El siguiente paso de este automasaje de pies consiste en masajear la parte superior del pie usando el pulgar de la mano opuesta.
Coloque su pie izquierdo sobre su rodilla derecha y utilice su pulgar derecho para recorrer la parte superior de su pie izquierdo, desde el tobillo hasta la punta de cada dedo, manteniendo una presión constante.
Comience este masaje desde el tobillo hasta el dedo gordo del pie, luego repita este movimiento en la parte superior de su pie frente a cada dedo. Cuando llegue al dedo meñique, vuelva en la dirección opuesta y continúe el mismo movimiento hasta llegar a la punta del dedo gordo.
Haga una pausa y luego realice el mismo masaje en la parte superior del pie en su pie derecho.
4- Masaje de la planta de los pies
Para completar este automasaje de los pies, masajee luego su arco plantar utilizando la misma técnica (con el pulgar de la mano opuesta). Masajee la planta del pie izquierdo deslizando su pulgar derecho desde el talón hasta la punta de los dedos, pasando por el dedo gordo y los siguientes.
Cuando llegue al final del meñique, vuelva en sentido contrario y continúe el mismo movimiento hasta llegar a la punta del dedo gordo.
Haga una pausa y luego realice el mismo masaje en el arco plantar de su pie derecho.
5- Movilización de los dedos de los pies
Después de masajear la parte superior y la parte inferior de tus pies, ahora te ocuparás de tus dedos del pie.
Usando el pulgar y el índice de ambas manos, agarra los dos primeros dedos del pie izquierdo y sepáralos uno del otro. Separa el pulgar del índice, luego el índice del dedo medio y así sucesivamente...
Haz una pausa y luego haz lo mismo con los dedos del pie derecho, como si quisieras aumentar la separación entre los dedos.
Continúa este automasaje de los pies agarrando cada dedo y haciéndolo girar en una dirección y luego en la otra. Comienza girando el dedo gordo del pie izquierdo en el sentido de las agujas del reloj y luego en sentido contrario.
Gira suavemente cada dedo del pie izquierdo antes de pasar a los dedos del pie derecho.
6- Movimientos de alisado con una crema o un aceite
Para concluir este automasaje de pies con un momento de relajación y suavidad, solo tienes que aplicar en tus pies un tratamiento hidratante.
Calienta una pequeña cantidad de crema hidratante o una cucharadita de aceite de masaje en la palma de tus manos, luego aplica el tratamiento en todo tu pie con movimientos suaves y acariciantes.
Este masaje de pies se puede practicar en cualquier momento del día, pero es especialmente agradable hacerlo por la noche para aliviar los pies del cansancio del día y prepararse para dormir... ¡Esta secuencia incluso podría convertirse en tu rutina nocturna favorita!