Actividad Física: ¡hacer Las Tareas Del Hogar Es Deporte!
Para la mayoría de nosotros, las tareas del hogar no son nada agradables. Y sin embargo, pasar la aspiradora, limpiar las ventanas o lavar los platos son gestos cotidianos que pueden ayudarte a alcanzar los 30 minutos de actividad física recomendados por día. ¡La limpieza es un deporte y es buena para tu salud!
Una actividad física accesible para todos.
Los médicos son unánimes: el sedentarismo es un flagelo para nuestra salud, al igual que el tabaquismo o el sobrepeso. A pesar de las recomendaciones oficiales, todavía son muy pocos los franceses que alcanzan los 30 minutos de actividad física cada día.
Si eres de los que siempre encuentran mil excusas para no hacer deporte, aquí tienes una propuesta que podría sorprenderte. Para realizar tu dosis diaria de actividad física, ¡solo necesitas hacer la limpieza en casa! No necesitas ni siquiera salir de tu hogar y no puedes usar como excusa un clima desfavorable o la falta de tiempo o dinero...
Una ocupación que quema calorías.
La comparación entre el deporte y las tareas del hogar puede hacer sonreír. Y sin embargo, las diferentes tareas domésticas son actividades que involucran todo el cuerpo y que permiten quemar calorías.
¿Sabías que una hora de limpieza equivale a 15 minutos de correr en términos de gasto energético? Más concretamente, pasar la aspiradora durante 30 minutos quema aproximadamente 150 calorías y limpiar las ventanas durante una hora te permite gastar 250 calorías.
Si buscas una forma de mantenerte en forma, ¡no volverás a ver tu aspiradora o tu esponja de la misma manera!
Una actividad física con múltiples beneficios.
Las tareas del hogar, al igual que la jardinería, entran en la categoría de actividades físicas recomendadas para la salud. Esta ocupación, que generalmente se considera una tarea, ¡es mucho más beneficiosa de lo que se piensa!
Las tareas del hogar ejercitan los músculos y presentan varios beneficios:
• Fortalecen el tono muscular.
• Permiten mejorar la flexibilidad y el equilibrio.
• Queman calorías (especialmente si se realizan las tareas domésticas a un ritmo sostenido).
Más sorprendente aún, los beneficios de las tareas del hogar para la salud no son solo físicos, ¡sino también psicológicos! Según un estudio realizado por el University College de Londres, limpiar en casa permite liberar endorfinas y proporciona una sensación de bienestar.
Según este estudio, basta con hacer 20 minutos de limpieza al día para disminuir la ansiedad, el estrés y el riesgo de depresión. De hecho, quizás ya hayas notado que esta actividad permite despejar la mente y proporciona una sensación de satisfacción una vez que la limpieza ha terminado y tu hogar está bien limpio.
3 consejos para optimizar los beneficios de la limpieza
Ahora que conoces los beneficios de la limpieza para tu salud, quizás te preguntes cómo potenciar el efecto de las tareas del hogar en tu figura.
Aquí tienes 3 consejos que te ayudarán a transformar tus sesiones de limpieza en verdaderas sesiones de gimnasio:
1- Afina tu cintura barriendo.
Barrer el suelo es una buena oportunidad para afinar la cintura, siempre y cuando realices el movimiento correcto. Cuando busques el polvo a los lados, haz rotaciones girando la cintura pero no la pelvis. Exhala durante las rotaciones para trabajar los oblicuos y el transverso, luego vuelve al centro inhalando.
2- Fortalece tus músculos limpiando las ventanas.
Limpiar las ventanas es una tarea que involucra todo el cuerpo, especialmente los hombros y los muslos. Colócate de pie con las piernas ligeramente separadas, luego ponte de puntillas y estira un brazo lo más alto posible. Una vez que tu cuerpo esté en extensión, desliza tu brazo y el paño hacia abajo realizando movimientos en zigzag para flexibilizar tus hombros y trabajar tus músculos abdominales... ¡pero cuidado con no usar siempre el mismo brazo! Cambia de lado en cada ventana. Para limpiar la parte baja de las ventanas, flexiona las rodillas en cuclillas: ¡es una buena manera de fortalecer los glúteos!
3- Mejora tu postura lavando los platos.
La próxima vez que estés frente al fregadero, aprovecha para trabajar tu postura. Con las piernas separadas al ancho de las caderas, gira ligeramente los pies hacia afuera (en posición de pato) y contrae los glúteos. Siente tus pies bien anclados en el suelo y estírate. ¡Cuidado con no encorvar tu espalda hacia adelante! Para fortalecer tus músculos profundos, inhala contrayendo el perineo y luego exhala completamente tratando de pegar tu ombligo contra tu columna vertebral.