Los Perros De Caza: Fieles Compañeros Con Cualidades Excepcionales
¿Alguna vez se han preguntado por qué un perro de caza es tan valioso al lado de un cazador? (No se trata solo de olfato o valentía...) De hecho, es una combinación de complicidad, instinto y pasión. Descubramos juntos a estos compañeros de cuatro patas, que no solo hacen vibrar nuestros bosques sino también el corazón de los amantes de la naturaleza.
¿Qué es un perro de caza?
Cuando se habla de "perro de caza", nos referimos a un perro que ha sido seleccionado durante generaciones por su habilidad para rastrear, desenterrar o recuperar la caza. Hoy en día, más de 150 razas diferentes (¡sí, es enorme!) están catalogadas como perros de caza, cada una con talentos específicos.
Algunos realmente acompañan a los cazadores en el campo, mientras que otros viven tranquilamente en casa (aunque mantienen un fuerte temperamento deportivo). Como dato indicativo, en Francia hay cerca de 8 millones de perros, y más de la mitad son perros de caza (o relacionados).
(Un pequeño paréntesis): a veces es difícil imaginar que existen tantas razas, pero basta con mirar a un Bretón Spaniel, un Braco o un Cocker Spaniel para darse cuenta de lo variados y fascinantes que son estos perros.
2. Las grandes familias de perros de caza
No existe "un" perro de caza, sino diferentes familias, cada una con sus especialidades (un poco como los deportistas de alto nivel, pero en disciplinas diferentes).
- Los sabuesos: también se les llama "perros de rastro" o "perros de búsqueda de sangre". Su olfato excepcional les permite seguir un rastro en el suelo y rastrear la presa. Son capaces de perseguir (ladrando) a un animal herido o en fuga. Sus ladridos alertan al cazador y (sin que parezca gran cosa) mantienen la cohesión del equipo.
- Los perros de muestra: dotados de un olfato formidable para detectar aves o caza de pluma, se quedan literalmente inmóviles (la muestra) cuando detectan un olor. Un Braco o un Spaniel típicamente se erigen y... señalan la presencia de la presa. Esto permite al cazador acercarse con suavidad. (Es todo un arte, de verdad).
- Los levantadores de caza: a menudo se les conoce como "springers" o "cockers". En esencia, su papel es recorrer la vegetación densa, en busca de la caza que se esconde (a veces muy bien). Cuando la encuentran, la hacen volar o huir, la "levantan" para que el cazador pueda localizar el objetivo.
- Los retrievers: su especialidad es recuperar la caza caída (especialmente en entornos acuáticos). El Labrador y el Golden Retriever son magníficos ejemplos. Su ternura e inteligencia también los convierten en excelentes perros de compañía (sí, incluso si su disciplina preferida es la caza, disfrutan de la vida familiar).
3. ¿Por qué elegir un perro de caza?
Detrás de esta pregunta, hay varias dimensiones. Obviamente, si uno practica la caza, un perro así es un aliado insustituible en el campo. Pero, incluso fuera de la caza, estos perros poseen cualidades apreciadas en familia: lealtad, inteligencia y un entusiasmo contagioso por las actividades al aire libre (atención, a menudo necesitan gastar energía, es algo a tener en cuenta).
Además, la educación de un perro de caza a menudo refuerza la complicidad entre el amo y el animal. (¡No es una simple "herramienta" de caza, es un compañero, un coequipero, a veces un amigo de cuatro patas para toda la vida!)
4. Educar a su perro de caza
Quizás te estés preguntando: "¿Cómo se hace para que este perro sea tan disciplinado?" Bueno, el secreto es un entrenamiento regular desde una edad temprana.
Socialización temprana: Es necesario familiarizar al cachorro con todo tipo de entornos, personas y animales.
Obediencia básica: "Sentado", "echado", "junto", "alto"... (un verdadero clásico que establece las bases).
El trabajo específico de caza: la búsqueda de olores, el punto, la recuperación de la presa o el rastreo.
Estas sesiones de aprendizaje deben basarse en la coherencia, la paciencia y, sobre todo, la benevolencia (nunca se insistirá lo suficiente, el animal no tiene la misma noción del tiempo que nosotros). Cuando el perro obedece y realiza la acción correcta, se le felicita inmediatamente, incluso se le recompensa con un premio o caricias.
Nota Bene: El perro de caza puede ser muy enérgico. Si no gasta suficiente energía, puede desarrollar ansiedad o trastornos de comportamiento. Un paseo rápido alrededor de la manzana nunca será suficiente (necesita espacio, movimiento, juego, en resumen, un estilo de vida activo).
5. ¿Qué criterios para elegir la raza adecuada?
Cada raza tiene su carácter y su ámbito de preferencia:
- La Pequeña raza, como el Cocker o el Springer, a veces es más adecuada para terrenos cubiertos de maleza.
- Los Perros de muestra (Braco, Setter, etc.) se sienten más cómodos en la llanura, buscando aves.
- Los Grandes perros de caza son útiles para seguir el rastro del jabalí o del ciervo.
- Los Retrievers son ideales para recoger la caza caída al borde de un estanque o una charca.
Además de estas consideraciones "técnicas", también hay que tener en cuenta la vida cotidiana. Por ejemplo, un Labrador (que es un retriever) adora la compañía, generalmente se lleva bien con los niños, mientras que un perro de caza muy activo necesitará salidas muy largas (lo que puede volverse complicado en un apartamento).
El vínculo único entre el cazador y su perro.
La caza no es solo el acto de "traer" una liebre o un pato. Es una experiencia donde el hombre y el animal trabajan en simbiosis. El perro presiente la presa, el cazador aprende a reconocer el lenguaje corporal de su compañero.
Con los años, se establece una confianza mutua (algo que no siempre se percibe cuando uno es simplemente un espectador). Algunos cazadores incluso hablan del "sexto sentido" de su perro, que comprende sus intenciones antes incluso de que su voz resuene.
(Aparte): a veces, este vínculo es tan fuerte que el perro es considerado un miembro más de la familia. Eso es lo que le da encanto a la caza tradicional.
Las responsabilidades asociadas con la posesión de un perro de caza.
No hay que olvidar que tener un perro de caza conlleva varias responsabilidades. Un punto importante: estos perros tienen (generalmente) un fuerte instinto de persecución. Por lo tanto, debemos asegurarnos de canalizar este instinto (y evitar que comience a perseguir a los animales del vecindario).
Además del ejercicio físico, la alimentación debe ser equilibrada (si es posible, adaptada al esfuerzo realizado). Y no olvidemos el seguimiento veterinario: vacunas, desparasitación, antiparasitarios, etc. Un perro sano es más eficiente y, sobre todo, más feliz.
8. Mantener el equilibrio: la caza y la vida familiar
Aunque no se cace todos los días (durante la semana, por ejemplo), es fundamental mantener un ritmo de salidas regulares, paseos estimulantes. Al perro de caza le encanta olfatear, explorar, gastar energía. Un espacio exterior seguro es una gran ventaja.
En familia, estos perros suelen ser muy sociables (si han sido bien socializados, claro está). Pueden ser tranquilos y cariñosos en casa, especialmente después de un largo paseo. (El perro cansado es a menudo un perro feliz.)
En resumen
Los perros de caza son mucho más que simples "compañeros de rastreo": son aliados de una extraordinaria finura de olfato, deportistas de alto nivel y, sobre todo, compañeros de vida que requieren tiempo, pasión y un toque de complicidad. Tanto si se es un cazador experimentado como si solo se disfruta del aire libre, no se puede más que admirar a estos perros por su lealtad, su energía contagiosa y sus múltiples talentos (que van mucho más allá de simplemente levantar un faisán o ir a buscar un pato).
Al final, elegir un perro de caza es optar por un estilo de vida activo y respetuoso con la naturaleza. Esto implica pasar tiempo con el perro, entender sus necesidades y desarrollar una relación profunda... Todo un programa, pero eso es precisamente lo que hace tan hermosa esta aventura humana y canina.