Inusual: Veneno De Serpiente En Los Medicamentos
Para la mayoría de la gente, el veneno de serpiente es sinónimo de veneno mortal. Pero, ¿sabía usted que estas sustancias aparentemente peligrosas se utilizan en la composición de ciertos medicamentos? Le invitamos a descubrir las sorprendentes aplicaciones del veneno de serpiente en farmacología.
Medicamentos a base de veneno
La razón por la que los venenos de serpiente son tan interesantes para los investigadores de farmacología es que contienen toxinas que pueden ser aisladas y sintetizadas en el laboratorio.
Estas toxinas se utilizan en la composición de tres medicamentos que ya se comercializan en Francia:
- la Batroxobina es un coagulante muy eficaz que se utiliza para detener las hemorragias incluso en personas que toman anticoagulantes.
- El Tirofiban se utiliza para prevenir el riesgo de infarto durante la cirugía cardíaca. Se extrae del veneno de una víbora india llamada Echis carinatus.
- El Captopril, que se utiliza para regular la presión arterial alta, se elaboró a partir del veneno de la serpiente brasileña Bothrops Jararaca. Fue el primer medicamento fabricado a partir de una toxina animal.
A tener en cuenta: aunque pueda dar miedo, estos componentes no son perjudiciales porque, en los fármacos, los investigadores utilizan sólo una de las moléculas que contiene el veneno y a una dosis mucho menor que en los animales.
Aunque el veneno es tóxico porque contiene muchas moléculas muy concentradas, en pequeñas dosis la misma molécula puede tener efectos beneficiosos para la salud.
Una toxina de lagarto contra la diabetes
Entre los sorprendentes ingredientes activos que provienen de la naturaleza, el ingrediente activo de Byetta es también una toxina.
No proviene de una serpiente, sino de un lagarto venenoso llamado monstruo de Gila. Actualmente, este fármaco se utiliza en el tratamiento de la diabetes de tipo 2 para controlar el azúcar en sangre.
Este ejemplo es una prueba más de que los animales peligrosos para el ser humano también pueden ser muy útiles.
En otro ámbito, la toxina de un cono marino, el Conus Magus, ha permitido desarrollar el Prialt, un potente analgésico que se administra en los hospitales para los dolores que los medicamentos con morfina no son suficientes para aliviar.
Un campo de investigación prometedor
Las toxinas son muy interesantes para el desarrollo de nuevos fármacos porque son pequeñas proteínas altamente selectivas, que tienen la particularidad de unirse a un receptor específico.
Esta característica permite limitar los efectos adversos de los remedios diseñados a partir de estas moléculas.
Estas toxinas, que también tienen la ventaja de actuar con mucha fuerza y durante mucho tiempo sobre el objetivo, son actualmente objeto de muchas investigaciones.
Nicolas Gilles, coordinador del proyecto European Venomics, trabaja con la toxina extraída de la serpiente mamba con vistas a tratar la poliquistosis renal (una enfermedad genética que afecta a los riñones).
El proyecto europeo Venomics, iniciado en 2011, se dedica al desarrollo de fármacos basados en el veneno.
Ya ha aislado y reproducido in vitro 3600 toxinas. Se trata del mayor banco de toxinas del mundo y representa un enorme potencial para el desarrollo de nuevos remedios.
Por supuesto, este tipo de investigación lleva tiempo todas estas toxinas animales se someten a largas evaluaciones antes de salir al mercado, para demostrar su seguridad, tolerancia y eficacia en humanos.