Equipamientos Y Métodos De Cocción: 5 Consejos Para Ahorrar Energía En La Cocina
Ante el aumento del precio de la electricidad y del gas, la mayoría de los franceses están cambiando sus hábitos para reducir su factura energética. Generalmente se piensa en apagar la luz y reducir la calefacción, pero no en cambiar la forma de cocinar. Vamos a darles 5 consejos para ahorrar energía en la cocina, gracias a ciertos equipos y métodos de cocción.
Preferir las placas de inducción.
Si necesita equiparse o está considerando renovar su cocina, puede que esté dudando entre una placa vitrocerámica y una placa de inducción. Según los profesionales del sector, es preferible elegir una placa de inducción cuando se quiere ahorrar energía en la cocina.
La placa de inducción es el equipo más eficiente en términos de electricidad porque:
• este tipo de placa evita cualquier pérdida de energía.
• el 90 % de la energía consumida se utiliza para cocinar, lo que representa un ahorro de al menos el 30 % en comparación con una placa vitrocerámica.
• el aumento de temperatura es mucho más rápido.
En general, cambiar su placa vitrocerámica por una placa de inducción permite ahorrar un 22 % en el consumo eléctrico de este equipo.
Cubrir las cacerolas y sartenes.
Independientemente del equipo de cocción que utilice, incluyendo las cocinas a gas, no olvide tapar las ollas y nunca las caliente vacías. La cocción a fuego lento es más rápida porque la tapa mantiene el calor dentro del recipiente.
Colocar una tapa en una olla, sartén o cacerola es un truco efectivo para ahorrar energía en la cocina. Este simple acto puede reducir el tiempo de cocción y consumir un 25 % menos de energía.
Para las cocciones en sartén, el buen mantenimiento de sus utensilios también es importante. De hecho, una sartén dañada conduce menos el calor y alarga el tiempo de cocción de los alimentos.
3- Aprovechar el calor residual.
Mientras que una placa de inducción se enfría muy rápidamente, una placa vitrocerámica permanece caliente durante mucho tiempo. Puedes aprovechar esta característica para ahorrar energía en la cocina.
Basta con apagar el fuego antes de terminar la cocción y dejar que el plato se cocine a fuego lento o termine de cocerse en la placa aún caliente.
El truco de utilizar el calor residual también se aplica al horno eléctrico. Como este equipo se mantiene caliente durante largos minutos, puedes apagarlo antes y dejar el plato dentro del horno para que termine de calentarse o gratinarse.
El calor residual es también el principio básico de un método de cocción muy económico llamado la olla noruega. La cocción en olla noruega es ideal para todos los guisos en olla como un pot-au-feu en invierno o una ratatouille en verano.
Este proceso consiste en llevar el contenido de la olla a ebullición durante 1 a 30 minutos (según los ingredientes a cocinar), luego detener la cocción y colocar la olla en un recipiente aislante que retiene el calor y permite que el plato se cocine lentamente.
4- Preferir los métodos de cocción más rápidos.
Otra de las 5 claves para ahorrar energía en la cocina es dar prioridad a los equipos y los métodos de cocción más rápidos. Por ejemplo, para hervir agua, es mejor usar una tetera eléctrica en lugar de una olla sobre el gas o la placa eléctrica.
Para preparar platos que requieren una cocción prolongada como un estofado de carne o un pot-au-feu, es más económico utilizar una olla a presión o autoclave. Este método de cocción es eficiente en términos de energía porque el equipo es hermético. La presurización permite cocinar los alimentos 4 a 6 veces más rápido que con una olla.
5- Reemplazar el horno por otros métodos de cocción.
La cocción en el horno consume mucha electricidad y dura entre 30 minutos y una hora para las recetas más comunes. Un último consejo para ahorrar energía en la cocina es, por lo tanto, sustituir el horno por otro método de cocción.
Dependiendo de los alimentos que quieras cocinar, puedes recurrir a otros equipos de cocción, incluyendo:
• una olla de hierro fundido colocada sobre el gas o una placa para preparar un lomo de cerdo o un pollo asado, por ejemplo.
• una freidora de aire para cocinar nuggets, papas al horno o filetes de pescado empanizados.
• un microondas más rápido y económico siempre que sea posible, por ejemplo, para calentar un plato congelado.