La estación de Vaujany, en Isère, es la última estación francesa de deportes de invierno. Inaugurado en 1989, combina un ambiente familiar y rural con unas instalaciones dignas de los grandes complejos turísticos. Hemos enumerado 5 buenas razones para que elija este destino.
1- Autenticidad preservada
La estación de deportes de invierno de Vaujany nació en 1989 a la sombra de su imponente vecino Alpe d'Huez.
Vaujany es uno de los 20 municipios que componen el cantón de Oisans, situado en el norte del departamento de Isère.
A diferencia de las otras grandes estaciones de los Alpes, no hay edificios altos ni clubes de vacaciones a gran escala, aunque los grupos Pierre et Vacances y Odalys se han instalado aquí.
Preocupado por conservar su alma montañesa, este destino cultiva la autenticidad y el espíritu de una estación de pueblo.
2- Equipos de primera categoría
En Vaujany, la autenticidad no está reñida con unas instalaciones dignas de los mayores complejos turísticos.
La última estación francesa ofrece 70 km de pistas y acceso al dominio esquiable de Alpe d'Huez con sus 250 km de pistas.
También alberga una pista de hielo olímpica donde acuden a entrenar los miembros del equipo francés de patinaje artístico y una Piscina cubierta con una Piscina de 25 metros y una zona de relajación que incluye sauna, jacuzzi y hammam.
El complejo, que cuenta con una capacidad de alojamiento de 3.500 camas, tiene incluso dos museos, una bolera, una sala de fitness y un rocódromo interior.
3- Un entorno encantador
Situado en la ladera sur de Rissiou, frente al macizo de las Grandes Rousses, el pueblo-balneario de Vaujany se beneficia de un entorno montañoso preservado a 1250 metros de altitud.
Desde su apertura en 1989, el complejo se ha desarrollado dentro del antiguo pueblo de forma razonada, conciliando la actividad turística con el respeto a las tradiciones.
Hoy en día, los antiguos edificios se alzan junto a las modernas instalaciones de ocio para ofrecer a los veraneantes un entorno especialmente rejuvenecedor.
4- Una oferta de après-ski diversificada
Si la estación de Vaujany lo tiene todo para complacer a los amantes del esquí, no es un pueblo donde la vida se detiene a las 17 horas, cuando los últimos esquiadores regresan a su alojamiento.
Por el contrario, esta estación de pueblo ofrece una multitud de actividades après-ski.
Por ejemplo, puede probar el curling y el yoga en la nieve o disfrutar de un juego de escape llamado "la dameuse infernale": ¡una forma divertida de explorar el pueblo a través de una aplicación de smartphone!
5- Muchas actividades de ocio, incluso en verano
Como puede ver, la estación de Vaujany es un destino en el que nunca hay un momento de aburrimiento. Tanto en invierno como en verano, podrá disfrutar de todas las actividades de montaña.
Si va allí para practicar esquí alpino y nórdico en invierno, le encantará volver en verano para probar la vía ferrata y practicar Senderismo o bicicleta de montaña.
La cascada de la Fare que se encuentra frente al pueblo es uno de los parajes naturales que no hay que perderse en la zona.
Para descubrirla, sólo hay que tomar la vía ferrata de Vaujany que ofrece dos recorridos, uno para principiantes y otro para experimentados.
El primer itinerario, llamado "la Cascade", es bastante deportivo, mientras que el segundo, llamado "les Passerelles", es más fácil.