Destino rico en una historia milenaria, Egipto no deja de fascinar a aquellos que lo descubren. En la tierra de los faraones, el turismo no se limita al descubrimiento de las pirámides. Para convencerse, hemos enumerado 5 buenas razones para visitar Egipto.
Para descubrir una civilización fascinante.
Egipto es un destino cuyo solo nombre basta para evocar a los faraones, las pirámides y dioses extraños como Seth, Horus o Isis...
En este país ampliamente cubierto por las arenas del Sahara, la población se concentra en las orillas del Nilo. Fue alrededor de este río donde se desarrolló una de las civilizaciones más fascinantes del mundo.
Durante casi tres milenios, el Valle del Nilo fue testigo del nacimiento y florecimiento de una civilización única en su especie, gobernada por reyes y reinas. El antiguo Egipto tenía su propia jerarquía social, sus propias deidades, su propia mitología y, por supuesto, su propio sistema de escritura, ¡los famosos jeroglíficos!
Hoy en día, el tercer país más poblado de África se recorre como un libro de historia al aire libre y esa es la primera buena razón para visitar Egipto.
Para admirar vestigios descomunales.
En este país, la inmensidad del desierto no es la única maravilla que impresiona al visitante. Los vestigios del pasado son igual de grandiosos y justifican, por sí solos, una visita a Egipto.
En la tierra de los faraones, las tumbas de los reyes y reinas son descomunales, al igual que las famosas pirámides de Guiza. La más antigua de las tres, la de Keops, es también la más imponente, con sus 137 metros de altura. Es la única de las Siete Maravillas del mundo antiguo que ha sobrevivido al paso del tiempo.
En Menfis, es una pirámide escalonada la que se erige en medio de las tumbas de los reyes de las primeras dinastías.
En el extremo sur del país, los templos de Abu Simbel tuvieron que ser trasladados en la década de 1960 para escapar de las aguas de la presa de Asuán. Pero estos edificios construidos por el faraón Ramsés II no han perdido nada de su esplendor. Te sentirás muy pequeño frente a los cuatro colosos que custodian la entrada del gran templo…
Para navegar por un río mítico.
La mejor manera de seguir el hilo de la historia egipcia es, sin duda, seguir el curso del Nilo. Hacer un crucero por el Nilo es un sueño para muchos viajeros. Es una experiencia inolvidable y otra buena razón para visitar Egipto.
Este río legendario, que ha traído vida en medio del desierto y ha permitido el florecimiento de una civilización grandiosa, sigue siendo hoy en día la columna vertebral del país. Atraviesa todo Egipto antes de desembocar en el Mediterráneo. Con sus 6700 km, es el segundo río más largo del mundo después del Amazonas.
Diferentes tipos de embarcaciones recorren sus aguas, desde pequeñas falucas tradicionales hasta grandes barcos de crucero. Entre estos dos extremos, el mejor compromiso para hacer un crucero por el Nilo es el dahabieh, un velero elegante equipado con todas las comodidades.
Para seguir los pasos de personalidades famosas.
Ya en el siglo XIX, esta embarcación fluvial típica del Nilo transportaba aventureros, escritores y diplomáticos. Al visitar la tierra de los faraones, caminarás en los pasos de personalidades célebres y esa es otra buena razón para elegir este destino.
¿Sabías por ejemplo que la reina del misterio Agatha Christie escribió parte de su novela Muerte en el Nilo durante una estancia en Egipto? Antes de ella, Napoleón Bonaparte, Champollion, Pierre Loti y Gustave Flaubert también habían caído bajo el encanto de este país...
5- Para explorar ciudades exóticas.
El encanto cautivador de este destino no se limita a sus ruinas antiguas que han conservado parte de su misterio. Las ciudades egipcias, rebosantes de vida, son la última de las 5 buenas razones para visitar Egipto.
Alejandría, fundada por Alejandro Magno, es una ciudad portuaria llena de vida. Su arquitectura mixta refleja la influencia europea, greco-romana y egipcia.
Más al sur, la capital es otro lugar imprescindible. A la entrada de El Cairo, la Esfinge custodia al pie de las pirámides. La ciudad pronto albergará el Gran Museo Egipcio, que promete ser el museo arqueológico más grande del mundo.
El Cairo también merece una visita para admirar su ciudadela de Saladino, su barrio copto con iglesias adornadas con iconos y su gran zoco lleno de baratijas brillantes.
Descendiendo hacia el sur, no se pierda Asuán y su isla Elefantina. La ciudad, situada cerca de la primera catarata del Nilo, es la puerta al reino de Nubia. Desde 1997, un museo está dedicado a esta civilización, cuyas tierras fueron sumergidas por el lago Nasser. La mejor época para descubrir todas estas maravillas es de octubre a abril, antes del calor del verano.