¿Sabía que el turismo termal y de bienestar es una de las atracciones imprescindibles para descubrir cuando se visita Lituania? Este país del norte de Europa es un destino poco conocido para cuidarse. Sin embargo, ofrece tratamientos termales de calidad inspirados en las tradiciones locales. Aquí hay 3 buenas razones para hacer turismo termal en Lituania.
Para mimarse al estilo local.
A 3 horas de vuelo directo desde París, Lituania es un destino en el que no siempre se piensa, especialmente cuando se desea hacer turismo termal. Sin embargo, este país europeo tiene una tradición muy arraigada en el ámbito de los spas y el bienestar.
Según sus preferencias, puede dejarse mimar en las grandes ciudades lituanas como Vilna la capital, o bien optar por un tratamiento de bienestar en el corazón del tranquilo campo.
El centro neurálgico del termalismo lituano se encuentra en Druskininkai, una de las estaciones termales más antiguas y populares del país. La ciudad de Druskininkai cuenta con uno de los parques acuáticos más grandes del país, con más de 20 saunas diferentes.
Sea cual sea la opción elegida, podrá disfrutar de los beneficios de productos locales como las aguas minerales, el barro terapéutico, el ámbar y las hierbas lituanas.
Para descubrir el arte del sauna lituano.
En Lituania, los spas y centros de bienestar se diferencian de sus vecinos europeos por su arraigo en la cultura local y por el respeto a las tradiciones típicamente lituanas.
Una de las tradiciones más representativas de este país es el arte del sauna lituano. Este baño de vapor caliente es parte integral de la cultura local desde hace siglos.
A diferencia de otros países, el sauna tradicional lituano es húmedo y no muy caliente, alrededor de 60°C. Para producir vapor, se vierte agua sobre piedras calientes colocadas en un quemador a leña.
Este ritual de bienestar y belleza dura en promedio 4 horas. Durante este tratamiento, el cuerpo es barrido y golpeado por un maestro de sauna experimentado con un manojo de ramitas cuidadosamente seleccionadas. Las ramas utilizadas se llaman vantos en lituano y permiten exfoliar la piel, mejorar la circulación sanguínea y relajar los músculos de la misma manera que un masaje.
Los rituales de belleza ofrecidos en los saunas lituanos utilizan exclusivamente materias naturales como plantas, miel o ámbar. La sesión de sauna en sí puede ser complementada con una exfoliación y un tratamiento de aromaterapia o también con una mascarilla de arcilla y un masaje con miel y aceite vegetal de cáñamo.
Para aprovechar las virtudes del ámbar y otros remedios naturales.
La última de las 3 buenas razones para hacer turismo termal en Lituania es la posibilidad de disfrutar de una experiencia única y auténtica inspirada en las tradiciones y especialidades lituanas.
Por ejemplo, podrás relajarte en baños ricos en leche, hierbas medicinales, cerveza o flores de lúpulo... En este país, el turismo de bienestar tiene una autenticidad y una conexión con la naturaleza sin igual en otros destinos termales.
Los spas lituanos también se han forjado una reputación internacional por sus tratamientos a base de barro blanco o de turba negra, con propiedades remineralizantes y antiinflamatorias.
Pero el método de bienestar más emblemático y original del país es, sin duda, los tratamientos a base de ámbar báltico. En Lituania, el ámbar no solo se utiliza para hacer joyas sino también para promover el bienestar. Así, podrás experimentar exfoliaciones y envolturas con polvo de ámbar y masajes realizados con aceite de ámbar o con bolsas llenas de trozos de ámbar.
Los lituanos atribuyen a esta resina milenaria el poder de estimular la circulación sanguínea y el metabolismo, recargar el cuerpo de energía y reducir las inflamaciones y el estrés. Para aprovechar las múltiples virtudes del ámbar, se recomienda visitar el Centro de Terapia Mineral y de Ámbar situado en el corazón de la capital, Vilna.