El viejo continente es una tierra privilegiada que ha monopolizado la historia de la humanidad durante al menos 3000 años. El esplendor de la cultura griega y su profusión en todas las direcciones hizo que el centro neurálgico de la historia de la humanidad se desplazara desde Egipto y la costa de Asia Menor hasta Europa. Desde entonces, su importancia no ha dejado de crecer, potenciada por la unificación que supuso la expansión del Imperio Romano. Y aunque es cierto que Europa ha tenido sus momentos de oscuridad, siempre ha resurgido de sus cenizas y ha conseguido crear un bagaje social y cultural del que no todos los continentes pueden presumir.
Europa
La grandeza de Europa es claramente visible en toda su belleza. Todos los países de Europa, sin excepción, tienen al menos una ciudad que merece la pena visitar una vez en la vida. La cultura, el arte, la arquitectura y el artificio humano se respiran en todas las capitales europeas y en algunas otras ciudades que tienen gran importancia en la historia del continente. Además de los entornos urbanos, la naturaleza europea también contiene joyas de valor incalculable. No es de extrañar que Europa siga siendo el destino favorito de los europeos y otros turistas de todo el mundo.
Para los que quieran hacer un bonito viaje a la cuna de la cultura occidental, Cheri hace las maletas te lleva a recorrer los países más bellos de nuestro continente.
España
España ha sido uno de los países más decisivos en la historia de Europa y del mundo. La llegada de sus exploradores al Nuevo Mundo abrió una nueva etapa para la humanidad que se ha desarrollado con éxito a lo largo del tiempo. Pero al margen de este hecho, España ha conseguido grabar su historia en todos los rincones del país. Madrid, Barcelona, Sevilla, Granada... Todas ellas son ciudades en las que cualquier turista de cualquier nación podría maravillarse con la belleza y riqueza de sus monumentos. Para los amantes de la playa, las Islas Canarias y las Islas Baleares. Para los amantes de la montaña, los Picos de Europa. Para los que quieren ver el desierto, Almería. Para los que quieren nieve, Sierra Nevada o los Pirineos. Para los amantes de los bosques, Asturias, Cantabria y Galicia. Para los paladares más exigentes, el País Vasco.
Como decían los poetas españoles, España es un trozo de cielo en la tierra.
Italia
Entre verdes colinas y piedras que cuentan la historia de un pasado glorioso, Italia atrae al viajero con un encanto único que no encontraremos en ningún otro país. Desde el norte del país hasta el talón de la bota, la península italiana es uno de esos lugares donde el destino es igual, porque todos ofrecen belleza, cultura, arte, música, gastronomía y hospitalidad. Los canales de Venecia, el esplendor de Milán, el esplendor renacentista de Florencia, el romanticismo de la Ciudad Eterna, la espontaneidad de Nápoles, la nostalgia de la Costa Amalfitana, el caos de Sicilia... Todas las experiencias que una persona quisiera vivir en la vida se pueden encontrar en Italia con verdadera facilidad.
Y si estamos saturados de paseos y monumentos, siempre podemos sentarnos en una de las muchas terrazas de sus calles y saciarnos con alguna de las delicias de su exquisita gastronomía. Aunque la pasta y la pizza son los platos más exportados al resto del mundo, merece la pena conocer la gran variedad de productos que tiene Italia.
Francia
Francia es un país que tiene la capacidad de conquistar a todos los turistas que cruzan sus fronteras. La historia de Francia es una de las más interesantes del mundo y sus paisajes, tanto urbanos como naturales, son un fiel reflejo de la evolución de esta nación desde la antigüedad. Además, no todos los países pueden presumir de que su capital sea la ciudad más visitada del mundo. ¿Puede alguien resistirse al embriagador encanto de París? Ni siquiera es necesario visitar los monumentos más famosos; basta con descubrir los rincones de la ciudad donde la bohemia y la idiosincrasia parisinas son palpables.
Pero además de París, Francia cuenta con toda una serie de ciudades maravillosas como Marsella, Lyon, Toulouse, Burdeos o Estrasburgo donde podrá descubrir todas las facetas que definen el espíritu francés. Y, por supuesto, no podemos irnos sin disfrutar de la cocina y los vinos franceses. No hay que olvidar que Francia es uno de los principales centros de la cocina mundial.
Si queremos una buena dosis de playa, los complejos turísticos de la Costa Azul son nuestro destino. Si la Navidad es nuestra época favorita del año, Alsacia y su ambiente navideño nos cautivarán desde el primer momento. Si los deportes de nieve son nuestra pasión, los Pirineos y las Orres nos esperan con los brazos abiertos. Si la montaña es nuestro entorno favorito, la Provenza nos ofrece el suyo.
Sin duda, es imposible decir que Europa tiene destinos increíbles que nadie debería perderse. Aunque hemos elegido estos tres países, Grecia, Alemania o Inglaterra también son lugares maravillosos donde podemos encontrar una oferta turística muy atractiva. Toda Europa es un joyero con perlas de valor incalculable.