Pequeño país en la encrucijada de los Alpes, Europa Central y el Mediterráneo, Eslovenia todavía está a salvo del turismo masivo. Sin embargo, ofrece un cambio de aires completo a tan solo tres horas de vuelo de Francia. Les proponemos descubrir los 5 puntos fuertes de este destino.
1- Su crisol cultural.
Gracias a su situación geográfica en el centro de Europa, Eslovenia se encuentra en la encrucijada de varias civilizaciones. Este pequeño país, que tiene fronteras comunes con Italia al oeste, Austria al norte, Hungría al este y Croacia al sureste, es un verdadero crisol cultural.
La primera buena razón para descubrir este destino desconocido es, por lo tanto, disfrutar de esta diversidad cultural. En el lugar, podrás percibir múltiples influencias en las ciudades, la arquitectura y los museos, pero también en la cocina local.
2- Su capital llena de color.
Para comprender las tradiciones eslovenas, puedes comenzar tu estadía con una visita al Museo Etnográfico de Liubliana. La capital, que es la puerta de entrada del país, refleja influencias germánicas, latinas y eslavas.
Es la ciudad más grande del país y el centro económico de Eslovenia desde que se independizó de Yugoslavia en 1991. Pero sobre todo, Liubliana vale por sí misma el viaje por su entorno colorido. Su arquitectura es pintoresca con casitas de colores apiladas junto al río, fachadas venecianas e incluso un legado soviético.
A pesar de su pequeño tamaño, la capital eslovena no carece de encanto. Solo cuenta con 280.000 habitantes, pero alberga numerosos parques, un castillo medieval, una catedral de estilo barroco y un puente de estilo modernista: ¡el famoso Puente de los Dragones!
3- Su naturaleza preservada.
Para todos aquellos que dudan entre vacaciones en la montaña o vacaciones en el mar, Eslovenia es sin duda el destino ideal. A pesar de que su superficie apenas supera los 20.000 km cuadrados, este país de Europa Central ofrece una gran diversidad de paisajes. Limitado al suroeste por el mar Adriático, también es un país alpino.
Su relieve le ha valido el apodo de Suiza de los Balcanes y uno de los símbolos del país es el Triglav, el pico más alto de los Alpes Julianos, a 2864 m de altitud. El único parque nacional del país rodea esta montaña y sus paisajes calcáreos en cerca de 840 km2.
Este parque ofrece una bella muestra de la naturaleza eslovena en todo su esplendor. El país es un mosaico de bosques, ríos y lagos, para la mayor alegría de los aficionados al senderismo y al deporte al aire libre... Incluso es posible observar osos pardos en su hábitat natural.
Sus paisajes de quitar el aliento.
Con tal marco natural, Eslovenia ofrece toda una gama de paisajes para los amantes de la fotografía y los grandes espacios.
Si tienes la oportunidad de tomar varias semanas de vacaciones, podrás explorar toda la diversidad de los paisajes eslovenos sin aburrirte jamás. Desde la playa hasta la montaña, pasando por el bosque, ¡el cambio de aires está asegurado!
Este pequeño país también alberga cuevas, viñedos y varios sitios turísticos que no te puedes perder, como el lago de Bled y el pueblo costero de Piran con aires mediterráneos.
5- Sus actividades deportivas.
La naturaleza eslovena hace de este país el destino ideal para deportistas y turistas en busca de aventura. Allí, podrán disfrutar de una impresionante variedad de actividades deportivas y de ocio al aire libre. Hay algo para todos los gustos, desde trekking en la montaña, ciclismo en el bosque, rafting en el río Soca, kayak en el lago de Bled e incluso stand-up paddle en Ljubljana.
Si quieren vivir otras aventuras insólitas, no se pierdan de explorar bajo tierra. El país alberga algunas de las cuevas más grandes de Europa, incluyendo la famosa cueva de Postojna con sus innumerables estalagmitas y estalactitas.
Por todas las razones mencionadas anteriormente, Eslovenia es el destino secreto que descubrir este año. Siendo a la vez cercano a Francia y rico en numerosos atractivos naturales y culturales, este pequeño país les sorprenderá.