El Carnaval de Venecia, que es hoy uno de los más famosos del mundo, es sinónimo de refinamiento y elegancia. La fiesta alcanzó su máximo esplendor en el siglo XVIII, cuando la ciudad se transformó en un gigantesco baile de disfraces. Esta tradición, que se interrumpió durante un tiempo, continúa ahora para deleite de los turistas de todo el mundo.
El Carnaval de Venecia se celebra cada año en febrero, durante los 10 días anteriores al Miércoles de Ceniza.
Durante este periodo, los disfraces y las fiestas se apoderan de la ciudad, que es uno de los Destinos más bellos y románticos del mundo.
La famosa Piazza San Marco, pero también los puentes de Venecia y el Teatro Carlo Goldoni son el escenario de populares desfiles, espectáculos tradicionales, conciertos de música y otras festividades.
Los turistas acuden en masa desde todo el mundo para asistir a este evento, hasta el punto de que los hoteles venecianos se reservan por completo con meses de antelación.
Ya en el siglo X, el pueblo aprovechaba los últimos días antes de la Cuaresma para celebrar y disfrutar de los placeres de la vida.
El primer dux que autorizó el carnaval fue el dux Faliero, en 1094.
En 1269, el día anterior a la Cuaresma se convirtió oficialmente en un día festivo: el Martes de Carnaval.
El Carnaval de Venecia comenzaba con un baile y continuaba con pequeñas celebraciones locales que incluían obras de teatro, conciertos o juegos en los campi, es decir, en las plazas de la ciudad.
Los disfraces, que permitían a todos los venecianos, independientemente de su estatus social, participar en la fiesta han sido siempre una parte importante del Carnaval, pero han evolucionado mucho a lo largo de los siglos.
El siglo XVIII fue la época dorada del Carnaval: sus fiestas, espectáculos y máscaras atraían ya entonces a miles de visitantes de toda Europa.
Sin embargo, todas estas fiestas se suprimieron con la caída de la República (a finales del siglo XVIII) y no fue hasta finales de la década de 1970 cuando se recuperó el Carnaval de Venecia.
En el siglo XVI, el Disfraz de los participantes en el Carnaval de Venecia era una prenda parcheada para representar los harapos de un mendigo.
Permitió que los nobles confraternizaran con el pueblo y que todos los habitantes se divirtieran en igualdad de condiciones en esta época en la que todo estaba permitido para todos.
El Disfraz tradicional de los venecianos de toda condición social incluía entonces una larga capa negra llamada tabarro, una máscara blanca o bauta y un tricornio que les permitía ocultar su identidad.
Los disfraces se hicieron cada vez más avanzados y también se inspiraron en los trajes de la Commedia dell'Arte, especialmente la máscara de Arlequín y su traje de diamantes de colores.
Otros disfraces tradicionales eran la moretta, una máscara ovalada de terciopelo negro que usaban exclusivamente las mujeres, y el domino, un abrigo muy largo con una capucha que cubría el rostro.
Hoy en día, los trajes del siglo XVIII se mezclan con los modernos más extravagantes, para deleite de los visitantes.
Autor Audrey el 13 October 2021
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