Las esperadas vacaciones de verano suelen significar largos viajes y, por desgracia, a veces dolores de cuello y espalda. Tanto si viaja en tren como en avión o en coche, si no quiere empezar sus vacaciones con dolor, siga nuestros consejos para evitar el dolor de espalda al viajar.
Muévete en cada oportunidad
Sea cual sea el medio de transporte que elija para su viaje, el principal problema es siempre el mismo: tendrá que permanecer casi inmóvil en su asiento durante varias horas.
A largo plazo, sentarse en un espacio reducido tiene varias desventajas para el viajero:
- provoca fatiga postural
- puede causar dolor en las vértebras cervicales
- favorece la rigidez y el dolor de espalda debido al aumento de la presión sobre los discos intervertebrales
- aumenta el riesgo de flebitis.
Por todo ello, el primer consejo para evitar el dolor de espalda en los viajes es levantarse y moverse en cada ocasión.
Si viaja en autobús, aproveche las pausas reglamentarias para salir del vehículo y caminar. También en el coche, haz descansos cada 2 horas como recomienda la seguridad vial para estirar las piernas durante al menos 15 minutos.
Si viaja en tren, avión o barco, no dude en levantarse del asiento para recorrer los pasillos. Si tienes que estar de pie, por ejemplo, para esperar tu turno en el baño, aprovecha para contraer las pantorrillas. Ponte de puntillas durante unos segundos y luego apoya el peso de tu cuerpo en los talones.
Adoptar una buena postura
El segundo consejo esencial para evitar el dolor de espalda al viajar es adoptar una buena postura desde el principio, tanto si eres el conductor como el pasajero del vehículo.
Si vas a hacer un viaje por carretera y estás al volante, ajusta tu asiento para conseguir una comodidad óptima. Debe poder alcanzar los pedales con facilidad (sin que la pierna esté demasiado doblada o estirada) y tener un campo de visión claro sin necesidad de girar la cabeza.
Ajuste el respaldo casi en vertical (no más de 20 grados de inclinación) para que apoye la espalda y evite tensiones. Su espalda debe estar siempre bien apoyada en el respaldo.
Si usted es un pasajero, siéntese cómodamente y mantenga su espalda contra el respaldo del asiento. Mueve tu asiento hacia atrás para que puedas agitar las piernas regularmente durante el viaje.
En los aviones o trenes, el espacio suele ser limitado, así que no dudes en inclinar el asiento hacia atrás para poder extender las piernas. Y, sobre todo, no cruces las piernas para no bloquear la circulación sanguínea.
Para ayudarte a encontrar una postura más cómoda durante tu viaje, considera utilizar los reposabrazos si los hay (evitarán dolores de cuello y hombros) y equípate con accesorios de confort como:
- un cojín lumbar
- un cojín hinchable o un collarín para sujetar el cuello.
- medias de compresión para evitar problemas venosos y prevenir el riesgo de flebitis durante un largo viaje en avión.
Probar algunos consejos adicionales
Además de estos consejos de sentido común, puedes probar algunos consejos adicionales para evitar el dolor de espalda al viajar.
A lo largo de tu viaje, recuerda hidratarte de verdad bebiendo agua o zumo de frutas. Una buena hidratación es beneficiosa para diluir el torrente sanguíneo, pero también para prevenir los dolores musculares al día siguiente del viaje.
Para viajar a gusto, prefiere ropa suelta y cómoda que no bloquee tu flujo sanguíneo.
Si no tienes el cuello rígido o la espalda dolorida antes de partir, también puedes hacer algunos pequeños ejercicios de estiramiento durante el viaje.
Sentado erguido en su asiento, mire fijamente un objeto delante de usted y tire de la barbilla hacia el esternón para alargar el cuello (como si un cable sujeto a la parte superior del cráneo tirara de usted hacia arriba). Crece más alto, mantén este estiramiento durante 5 segundos, luego suéltalo.
Al volar, elegir un asiento a la altura del ala permite disfrutar de una mayor estabilidad durante el vuelo y, por tanto, contraerse menos en el asiento.
Por último, aunque tengas miedo a volar evita tomar Pastillas para dormir durante el viaje. Cuando estás profundamente dormido, no cambias de posición mientras duermes y te mantienes en la misma postura, aunque sea incómoda. Si opta por el sueño artificial, lo más probable es que sufra de tortícolis y/o lumbago a su llegada.