Aunque es menos conocida que Lyon y menos turística que Aix-les-Bains, Bourg-en-Bresse merece una visita por su patrimonio histórico, su gastronomía y su ambiente acogedor. Hemos enumerado cinco buenas razones para visitar este destino poco conocido del departamento de Ain.
El Monasterio Real de Brou, que fue elegido Monumento favorito de los franceses en 2014, es uno de los monasterios más bellos de estilo gótico flamígero en Francia.
Este edificio, que es la joya de Bourg-en-Bresse, fue construido por amor como el Taj Mahal en India... De hecho, fue construido por la princesa Margarita de Austria para honrar a su difunto esposo, Filiberto el Hermoso.
Hoy en día, es uno de los sitios más visitados de la ciudad por su espectacular arquitectura, su claustro, sus vitrales y sus tumbas finamente esculpidas.
A tener en cuenta: a unos diez minutos a pie del monasterio, la Botica del Hôtel-Dieu es otra atracción turística que no debe perderse. Esta antigua farmacia del siglo XVIII ha sido muy bien preservada y ofrece una visión única de una botica de antaño, con sus maderas y sus frascos de loza. Atención: este lugar se visita únicamente con reserva, los sábados a las 14:30.
El Monasterio Real de Brou y la Botica son los dos sitios turísticos imprescindibles de Bourg-en-Bresse, pero no son los únicos lugares para descubrir en el lugar, ya que esta ciudad de Ain está llena de riquezas culturales e históricas.
Tome la calle de la République para llegar al casco antiguo y admirar la Puerta de los Jacobinos, antiguo portal de un convento hoy desaparecido. Basta con pasear por las calles adoquinadas del centro histórico para descubrir casas con entramado de madera bien conservadas, como la famosa Casa Hugon, situada en la intersección de la calle Gambetta y la calle Victor-Basch.
Con sus edificios renacentistas y sus tiendas artesanales, el centro antiguo ofrece una atmósfera típica, donde cada esquina revela una parte de la historia local. Tómese el tiempo para visitar la Iglesia de Notre-Dame de estilo gótico: encontrará allí hermosos vitrales y una atmósfera pacífica.
En este barrio de la ciudad, también podrá ir de compras y disfrutar de los numerosos cafés para hacer una pausa bien merecida.
Al igual que Lyon, su prestigiosa vecina, Bourg-en-Bresse es un paraíso para los amantes de la buena cocina. La región es famosa por su pollo de Bresse AOP, ¡el único pollo en el mundo que cuenta con una denominación de origen controlada!
Algunos restaurantes locales destacan esta ave criada en libertad, así como otros productos locales como la crema y el queso (en particular el comté y el Bleu de Bresse).
En el lugar, podrá descubrir los vinos de los valles del Bugey, típicos del departamento de Ain, y degustar la pastelería más emblemática de los alrededores, la famosa galette bressane. Esta especialidad de repostería compuesta de una masa leudada suave, crema fresca espesa y azúcar se dora en el horno. Se disfruta tanto de postre como en la merienda, acompañada de un café o un té.
Bourg-en-Bresse es también una ciudad verde, rica en varios parques y jardines. Los dos espacios verdes más apreciados para un paseo o un picnic en familia son el Parc de la Visitation y el Parc des Baudières.
Se entra al Parc de la Visitation por una reja de hierro forjado, clasificada como Monumento Histórico y proveniente de un antiguo castillo de Bresse. Otras curiosidades merecen su atención: el antiguo lavadero, el antiguo castillo de agua, la estatua "El regreso del abuelo" de Alphonse Muscat y la misteriosa "poype", un túmulo coronado por una enigmática columna...
Verdadero pulmón verde de la ciudad, el Bosque estatal de Seillon, situado a unos pocos kilómetros de Bourg-en-Bresse, es otra opción para un paseo en la naturaleza. Ofrece de hecho senderos de caminata, pistas para bicicletas y recorridos de orientación para los amantes de las actividades al aire libre.
La vida cultural dinámica y los numerosos eventos organizados a lo largo del año son la última de las 5 buenas razones para visitar Bourg-en-Bresse. Esta ciudad de Ain es especialmente conocida por su festival de danza en el mes de septiembre.
También cuenta con una Casa de la Cultura y la Ciudadanía o MCC que organiza regularmente conciertos, eventos culturales y exposiciones temporales en torno al arte contemporáneo.
Cada otoño, un evento muy esperado es la feria de San Martín que se instala en el Champ de Foire, con sus carruseles, dulces y coloridas atracciones.
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