Enclavado tras una doble muralla medieval bien conservada, el pueblo de Bergheim, en Alsacia, es una de las joyas del Alto Rin. Su título de pueblo favorito de los franceses 2022 debería atraer aún más turistas a la zona. Para todos aquellos que quieran visitarlo, aquí hay 5 cosas que ver en este encantador pueblo alsaciano.
El municipio de Bergheim, situado entre Colmar y Sélestat, en Alsacia, se beneficia de la etiqueta de ciudades y pueblos en flor. Ha ganado cuatro flores, la máxima distinción en este concurso.
La etiqueta de 4 flores se concedió en 1999 y se ha renovado desde entonces debido a la maravillosa floración del municipio.
A partir de la primavera, una profusión de flores realza las fuentes y las plazas del pueblo. Además, cada año se organiza en el municipio un concurso de casas, jardines y balcones en flor.
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El municipio incluso ha plantado huertos cerca de las murallas y del estanque de pesca. Alquila el foso de la muralla a los habitantes, que instalan en él jardines y huertos.
El pueblo también alberga un árbol notable llamado Tanzlinde de Bergheim. Se trata de un tilo de baile en el que antiguamente se celebraban fiestas y que fue plantado en el municipio en 1313.
Bergheim es una antigua ciudad medieval que sigue rodeada por una doble muralla notablemente bien conservada.
Las murallas, cuya construcción data de los siglos XIV y XV, estaban separadas por un foso que ahora está rellenado. Es posible recorrerlo a pie mediante el Circuito de las Remarcas, un paseo de 2 km señalizado con paneles explicativos.
La Grand'Rue, que cruza la ciudad de un lado a otro, termina en la Puerta Alta (la única que queda de las tres antiguas puertas). Esta puerta es fácilmente reconocible por su torre cuadrada con tejado piramidal, que se ha convertido en uno de los emblemas de la ciudad.
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Si Bergheim ha entrado en el muy cerrado club de los Pueblos Más Bonitos de Francia y fue elegido en 2022 como el pueblo favorito de los franceses, es también gracias a sus pintorescas casas. Varias casas están catalogadas como monumentos históricos por su antigüedad y su notable arquitectura.
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Esto es especialmente cierto en el caso de las casas situadas en el número 6 y el número 8 de la plaza del doctor Pierre Walter. Esta plaza es una visita obligada en el pueblo, especialmente porque también alberga una magnífica fuente del siglo XVI y la oficina de turismo local.
También puede admirar otras casas antiguas en el número 2 de la rue du Haut-Koenigsbourg y en los números 31 y 62 de la rue des Vignerons.
En un estilo completamente diferente, este pueblo alsaciano también es conocido por su Casa de las Brujas en la plaza de la iglesia... No viven brujas porque es un museo dedicado a una página oscura y desconocida de la historia local.
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Basado exclusivamente en hechos históricos, este museo recuerda a los visitantes que la caza de brujas se llevó a cabo en Bergheim entre 1582 y 1683.
Unas cuarenta mujeres de la región, acusadas de brujería, fueron quemadas vivas o torturadas tras juicios sumarios.
El pueblo de Bergheim está bien dotado de monumentos históricos, pero también tiene otros argumentos para atraer a los visitantes, ¡y en particular a los amantes de los buenos vinos!
Este encantador pueblo medieval se encuentra en la ruta del vino de Alsacia, a unos quince kilómetros al norte de Colmar. La viticultura es una tradición milenaria en la zona, ya que la primera mención a la vid aparece en una carta carolingia del año 768.
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En la actualidad, los viñedos locales abarcan más de 300 hectáreas, de las cuales casi 40 están ocupadas por dos Grands Crus. Así, el pueblo está enclavado en un paisaje de viñedos que se puede descubrir gracias a una ruta del vino de unos 4 km.
Este sendero comienza frente al Centro Deportivo y Cultural y permite descubrir las viñas, las variedades de uva y la elaboración del vino en Alsacia gracias a los paneles explicativos.
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