Sélestat, en Alsacia, es una ciudad especialmente encantadora durante las fiestas, pero también merece la pena visitarla en cualquier época del año, por su patrimonio arquitectónico y su vida cultural. Hemos enumerado para usted 5 cosas que hacer allí.
1- Caminar sobre los pasos del gigante Sletto
Situada en el extremo sur del Bajo Rin, Selestat está en el centro de Alsacia. Alto lugar del humanismo, esta ciudad es rica tanto en cultura como en patrimonio.
La forma más fácil de descubrir la ciudad es seguir la ruta señalizada que propone la Oficina de Turismo.
Recoge el folleto gratuito en la Oficina de Turismo y ponte en marcha tras los pasos del león y el gigante Sletto.
Una leyenda local dice que este gigante fundó la ciudad de Sélestat y le dio su nombre. En cuanto a las patas de león, son un guiño al que adorna el escudo de la ciudad.
Este recorrido de 24 etapas le invita a descubrir los lugares más destacados de la ciudad. Comienza en la Commanderie Saint-Jean y termina en la Biblioteca Humanista, pasando por los principales monumentos.
La ciudad, clasificada como Ciudad de Arte e Historia, cuenta con más de 30 monumentos históricos, entre ellos la iglesia románica de Sainte-Foy, del siglo XII, y la iglesia gótica de Saint-Georges, de los siglos XIII y XV.
2- Visitar la Biblioteca Humanista
¿Sabía que la ciudad de Sélestat es conocida a veces como la Cuna del Humanismo? La ciudad debe este apodo a su Biblioteca Humanista situada en la Ancienne Halle aux Blés.
Rica en obras excepcionales, esta biblioteca es la biblioteca pública más antigua de Alsacia.
Se fundó en 1452 y ha acogido a muchas generaciones de eruditos, como el sabio Beatus Rhenanus, cuya colección privada es la pieza central de esta biblioteca-museo.
Gracias a la colección de Beatus Rhenanus, la Biblioteca Humanista es una de las más famosas de Europa. Todavía hoy sirve de biblioteca de estudio e investigación y acoge a investigadores de toda Europa.
El edificio, renovado y ampliado por el arquitecto Rudy Ricciotti, es también un auténtico museo con una sala de exposiciones permanentes y temporales, una tienda, un auditorio, vestuarios y una zona de descanso llamada Erasmus Lounge.
3- Dar un paseo por el barrio de los curtidores
Durante su visita, si quiere descubrir casas con entramado de madera y tejados puntiagudos dignos de una postal de Alsacia, no se pierda un recorrido en el barrio de los curtidores.
En el Quai des tanneurs, se pueden admirar casas con entramado de madera que datan de tres épocas diferentes:
- la Edad Media (finales del siglo XIII -15)
- el Renacimiento renano (siglos XV-XVII)
- el siglo XVIII.
Las casas con entramado de madera más destacadas se encuentran en los números 1, 6, 7, 17 y 18 del Quai des tanneurs.
4- Comunicarse con la naturaleza en el Domaine de l'Illwald
Los amantes de la naturaleza pueden visitar la reserva regional de Illwald.
Aquí se puede observar la mayor población de ciervos salvajes de Francia. También se pueden ver cigüeñas blancas y castores.
Si busca una idea de ocio al aire libre y en familia, tenga en cuenta que es posible navegar por el Ill en kayak o caminar por un sendero de interpretación.
5- Descubra las tradiciones de la Navidad alsaciana
Pero, por supuesto, es a partir de finales de noviembre cuando la ciudad de Sélestat se vuelve especialmente mágica gracias a las iluminaciones y animaciones navideñas.
Podrá descubrir las tradiciones de la típica Navidad alsaciana y disfrutar de las especialidades locales, como las bredele (galletas navideñas), el pan de jengibre y el vino caliente.
Estas tradiciones han permanecido vivas en mercados navideños como Los chalets de Noël de Sélestat. Aquí se puede encontrar todo tipo de artesanía para traer de vuelta como recuerdo o para regalar en Navidad.