Montbéliard es uno de los destinos más bellos para pasar las vacaciones de Navidad en la más pura tradición. La ciudad, conocida como la Ciudad de los Príncipes, merece una visita por su mercado navideño, pero también por su patrimonio arquitectónico, sus tradiciones de Adviento y sus especialidades culinarias.
1- Visitar la Ciudad de los Príncipes
Hoy clasificada como Ciudad y País de Arte e Historia, Montbéliard fue durante cuatro siglos un principado alemán.
La ciudad, apodada la Ciudad de los Príncipes, ha conservado una identidad conformada por la cultura protestante y un rico patrimonio arquitectónico.
En particular, podrá admirar el castillo de los duques de Württemberg, que data del siglo XIII. Hoy en día, este castillo alberga un recorrido histórico y un museo con colecciones de historia natural.
En esta tierra protestante, también podrá descubrir el templo de Saint-Martin, Que data de principios del siglo XVII. Es el edificio francés más antiguo dedicado al culto de la Reforma. Símbolo del luteranismo triunfante deseado por el duque de Wurtemberg, este edificio se ilumina tradicionalmente para las fiestas.
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Otro edificio religioso notable, la iglesia de Saint-Maimbœuf, Que data de 1850, tiene una decoración de fachada de estilo neorrenacentista. Refleja el regreso del catolicismo a esta tierra protestante en el siglo XIX.
En el corazón de Montbéliard se ha creado un sendero turístico llamado "Heinrich Schickhardt y su tiempo" para ayudar a los visitantes a descubrir los logros del famoso arquitecto del Duque de Württemberg.
2- Degustar las especialidades culinarias regionales
Otra buena razón para visitar Montbéliard en invierno y descubrir la gastronomía franco-comunitaria y los productos regionales.
Las especialidades locales se componen principalmente de cheques y embutidos, como el comté y el morbier, el jamón ahumado y la salchicha de Montbéliard.
La temporada de invierno es, por supuesto, la mejor época del año para disfrutar de la morbiflette, la raclette comtoise, la fondue del Jura con comté y colmenillas, el Mont d'Or caliente (foto de abajo), las tartines comtoises o la choucroute comtoise.
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También es en esta región donde se pueden degustar los últimos caracoles tradicionales de Borgoña.
3- Descubrir la artesanía local
Otra buena razón para visitar Montbéliard y su región en invierno es traer de vuelta originales Regalos de navidad de su viaje.
Entre las especialidades artesanales de la ciudad, cabe destacar la verquelure, un tejido característico del País de Montbéliard.
Este tejido, cuya fabricación se remonta a la Edad Media, se utilizaba antiguamente para cubrir almohadas, almohadones y colchas o para confeccionar manteles y toallas.
Hoy en día, este saber hacer ha sido redescubierto y la Oficina de Turismo desea devolver a la verquelidad sus cartas de nobleza.
Así, encontrarás muchos objetos como manteles, servilletas, bolsas para tartas, cojines, delantales y manteles individuales en este tradicional tejido de cuadros en dos o tres colores (normalmente blanco, azul y rojo más intenso).
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4- Visitar uno de los mercados navideños más bonitos de Francia
Situada a las puertas de Alsacia y Alemania, Montbéliard perpetúa las tradiciones navideñas y, en particular, la tradición germánica del mercado de Navidad.
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Su mercado llamado Les Lumières de Noël es uno de los mercados navideños más bonitos de Francia, junto con los de Estrasburgo y Colmar.
Este mercado, cuyos pequeños puestos están decorados e iluminados con el espíritu de la Navidad, se extiende entre la calle Georges Cuvier (que es la principal calle comercial de la ciudad) y la plaza Saint-Martin, alrededor del Ayuntamiento, el templo Saint-Martin y el hotel Beurnier-Rossel.
5- Disfrutar de la magia de las fiestas
En Montbéliard, el periodo de Adviento es particularmente mágico, ¡y no sólo por el famoso mercado de luces de Navidad!
Las iluminaciones, los villancicos y las animaciones callejeras también contribuyen a la magia de las fiestas en la ciudad.
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Todos los años por estas fechas, el castillo de los duques de Wurtemberg se ilumina con los colores de la Navidad.
La Ciudad de los Príncipes también perpetúa sus propias tradiciones que implican a Saint-Nicolas y al hombre del saco, pero también a la tía Arie, que es el hada buena y la Madre Navidad del Principado de Montbéliard.