El Jardín de Luxemburgo, que los parisinos llaman cariñosamente Luco, es el lugar imprescindible si quieres tomar el sol o hacer un picnic en un parque sin salir de París intra-muros. Aquí hay 5 cosas que debes saber sobre este famoso parque parisino.
Es uno de los jardines más antiguos de París.
El Jardín de Luxemburgo se encuentra en el 6º distrito de París, entre dos famosos barrios parisinos: Saint-Germain-des-Prés y el Barrio Latino. Probablemente ya hayas oído hablar de él, ¿pero sabías que este espacio verde de aproximadamente 25 hectáreas es uno de los jardines más antiguos de París?
Este jardín fue creado en 1612 por iniciativa de la reina María de Médici, viuda de Enrique IV y madre de Luis XIII. Debe su nombre al hotel particular que se encontraba allí en ese momento, el hotel del duque Francisco de Luxemburgo, que fue comprado por María de Médici con sus 8 hectáreas de terreno.
La reina mandó construir un palacio inspirado en las residencias florentinas. A lo largo de su historia, el Palacio de Luxemburgo pasó de ser una residencia principesca a una prisión durante la Revolución, de Cámara de los Pares a partir de 1814, de prefectura del Sena y finalmente de sede del Senado.
Tanto el palacio como los jardines que lo rodean han sufrido numerosas reformas a lo largo del tiempo. Fueron los grandes trabajos de Haussmann a finales del Segundo Imperio los que dieron a este parque su trazado actual.
2- Es propiedad del Senado.
El Palacio de Luxemburgo alberga el Senado francés. Es por eso que los jardines que lo rodean son hoy en día propiedad del Senado.
Encontrarás mucha información útil para preparar tu visita en el sitio web oficial senat.fr (ver el enlace debajo).
Incluso podrás descargar la presentación del jardín, con sus horarios de apertura, el mapa y las actividades propuestas.
3- Es uno de los lugares de ocio preferidos de los parisinos.
El Jardín de Luxemburgo es uno de los espacios verdes favoritos de los parisinos y turistas. Se extiende sobre casi 25 hectáreas, de las cuales 21 hectáreas están abiertas gratuitamente al público.
Este lugar de ocio al aire libre merece su fama porque ofrece una multitud de actividades. Se puede jugar al tenis, al bridge y al ajedrez, o simplemente sentarse en una silla para tomar el sol y disfrutar de este pulmón verde en el corazón de la capital.
Este jardín también ofrece una programación cultural, ya que fotos se exhiben regularmente en sus rejas exteriores y su quiosco de música ofrece conciertos eclécticos durante la temporada de verano.
4- Puedes hacer una búsqueda del tesoro con los niños allí.
En el Jardín de Luxemburgo, los niños están de fiesta porque es posible asistir a un espectáculo de marionetas, montar en pony o alquilar un barco teledirigido para navegar por la piscina.
Si buscas actividades gratuitas, ten en cuenta que este oasis verde alberga un parque de juegos con columpios y toboganes.
El sitio web del Senado ofrece un juego de pistas en 6 pasos destinado a hacer más divertida la visita al jardín para los niños. Este recorrido te llevará desde la Puerta Gay Lussac (estación de RER Luxembourg) hasta el Museo de Luxemburgo pasando por la Fuente Medicis, la Estatua de la Libertad, así como la Orangerie, los huertos y las colmenas.
Aunque fue diseñado para niños, esta ruta es interesante si quieres visitar el Jardín de Luxemburgo por primera vez. Te permitirá descubrir las numerosas curiosidades dispersas por este parque que cuenta con nada menos que 106 estatuas.
A tener en cuenta: los amantes de las orquídeas disfrutarán de las Jornadas del Patrimonio (el tercer fin de semana de septiembre) para visitar el invernadero de orquídeas del jardín y descubrir una colección excepcional de plantas epifitas.
5- Los picnics están permitidos aquí.
La última de las 5 cosas que debes saber sobre el Jardín de Luxemburgo es que es posible hacer un picnic allí sin salir de París intra-muros. ¡No es necesario planear una expedición en RER hasta el bosque de Vincennes o Boulogne cuando hay bonitos rincones verdes esperándote allí!
Haz una parada en una panadería o tienda de comestibles del barrio antes de cruzar las puertas del jardín. Si eliges la entrada situada en el lado de la Avenida de la Observación, llegarás directamente a grandes praderas soleadas.
Pero para evitar las multitudes, es mejor continuar explorando y establecerse en una zona más sombreada cerca de la Estatua de la Libertad (¡o su réplica, por supuesto!). Último consejo: evita la pradera que está al lado de las colmenas porque las abejas podrían perturbar tu comida al aire libre...