La ciudad de Grasse, en los Alpes Marítimos, posee múltiples atractivos. Este destino, conocido como la capital mundial del perfume, es también la capital de la Provenza oriental. Ha sido galardonada con dos flores en el Concurso de ciudades y pueblos floridos y ha sido promovida a Ciudad de Arte e Historia. Aquí tienes 3 buenas razones para visitar esta ciudad imprescindible de la Costa Azul.
1- Por su historia milenaria
Grasse es una ciudad del medio país azurí rica en varios siglos de historia. Las primeras huellas de ocupación humana en el País grassois se remontan al Neolítico y se han encontrado vestigios como dólmenes, tumbas, túmulos y "bories". En la Antigüedad, los Ligures, los Fenicios, los Cartagineses, los Griegos y sobre todo los Romanos se establecieron allí.
Paseando por las callejuelas estrechas y sombreadas del centro de la ciudad, notarás que las antiguas viviendas de los siglos XVII y XVIII coexisten con villas y hoteles particulares del siglo XIX.
Esta ciudad azurí, muy apreciada por su calidad de vida, sus paisajes y su clima desde el siglo XIX, atrajo a ricos extranjeros que construyeron magníficas villas. La Princesa Paulina se alojó allí en 1811 y dio su nombre a un jardín.
2- Por su industria del perfume
En la Edad Media, Grasse estaba especializada en el curtido de cuero y había adquirido una reputación de gran calidad en este campo. Fue Molinard, un curtidor de la ciudad, quien tuvo la idea de crear Guantes de cuero perfumado, para eliminar el desagradable olor de este material.
El perfumista Molinard ofreció un par a Catalina de Médicis y este producto tuvo un gran éxito en la Corte y en toda la alta sociedad, asegurando la fama mundial de la ciudad.
Debido a los impuestos sobre el cuero y la competencia de Niza, la industria del cuero declinó y fue reemplazada por la del perfume, explotando las esencias raras de la región. Hoy en día, el mirto, el jazmín, la rosa, la flor de azahar silvestre, el Mimosa y la Lavanda están en el corazón de la perfumería de Grasse.
Fue durante el siglo XIX cuando la ciudad de Grasse experimentó una verdadera era de prosperidad y confirmó su título de capital mundial de los perfumes. Mientras la Revolución Industrial estaba en pleno apogeo, se construyeron grandes fábricas y el turismo comenzó a desarrollarse. La ciudad luego conservó su reputación turística en el siglo XX, mientras que la industria del perfume se transformaba y modernizaba.
Hoy en día, la industria del perfume es el atractivo turístico número uno de la ciudad y las perfumerías de Grasse como Fragonard, Galimard y Molinard ofrecen visitas guiadas gratuitas. Allí podrá descubrir los procesos de fabricación del perfume antes de irse con algunos frascos y jabones perfumados...
3- Por su patrimonio arquitectónico
Aunque estos lugares son muy populares entre los visitantes de todo el mundo, las perfumerías y los museos dedicados al perfume no son los únicos sitios turísticos de la ciudad.
La ciudad de Grasse también merece una visita por su patrimonio y sus monumentos tales como:
- la catedral románica, una antigua iglesia transformada en catedral en 1244, cuando se trasladó el obispado de Antibes a Grasse. Esta iglesia dedicada a Honorato de Arlés (San Honorato) alberga una nave del siglo XIII y expone numerosos cuadros, entre ellos tres magníficos Rubens, un Fragonard, un Charles Nègre, un Gaillard y un Sébastien Bourdon, así como cuatro estatuas de Baillet.
- El Ayuntamiento se ha instalado en el antiguo palacio episcopal. Podrá ver la antigua capilla privada de los obispos de Grasse. Esta capilla del siglo XII fue transformada en sala de bodas.
- El Museo Fragonard es otra visita que no debe perderse. Sus colecciones incluyen trece lienzos del pintor. También podrá admirar las réplicas de cuatro cuadros que Fragonard pintó para la condesa du Barry.
- En otro registro, el Museo de Arte e Historia de Provenza recorre la historia de la ciudad y su región y nos recuerda que el País de Grasse es parte integral de Provenza.