Durante los tratamientos contra el cáncer, los pacientes a veces piensan que hacen bien tomando plantas conocidas por ser buenas para el hígado o efectivas contra la ansiedad o los dolores articulares. Desafortunadamente, los complementos alimenticios no siempre se llevan bien con los tratamientos anticancerosos. Aquí hay 5 productos que se deben evitar debido a su toxicidad o posibles interacciones con ciertas quimioterapias o con la hormonoterapia.
1- El desmodio
El desmodium es una planta conocida por drenar el hígado y a veces se dice que es bueno tomarla durante o después de la quimioterapia para proteger este órgano del exceso de medicamentos.
Aunque el desmodium tiene la reputación de ser protector hepático, estudios científicos han revelado que este complemento alimenticio puede agravar los daños de los tratamientos en el hígado.
Existe un riesgo de daño hepático independientemente de la dosis ingerida, según el informe de la Agencia Francesa de Seguridad Sanitaria de los Alimentos (Afssa) del 14 de diciembre de 2007. Por lo tanto, se desaconseja tomarlo durante los tratamientos contra el cáncer.
2- La cúrcuma
Especia tradicionalmente utilizada en la cocina india, la cúrcuma también se ha convertido en un complemento alimenticio de moda. Gracias a sus propiedades antioxidantes, se le atribuyen beneficios para facilitar la digestión y aliviar los dolores articulares.
Pero atención: cuando se toma en altas dosis, como es el caso en algunas cápsulas, la cúrcuma puede interactuar con los tratamientos.
Este tipo de complementos alimenticios también presenta una toxicidad para el hígado más allá de 153 mg de curcumina por día para un adulto de 60 kg, según el informe de la Agencia Nacional de Seguridad Sanitaria Alimentaria Nacional (Anses) del 27 de junio de 2022. Sin embargo, esta dosis de sustancia activa puede alcanzarse fácilmente, e incluso superarse, en el marco de una cura.
3- El ginseng
El ginseng es una planta cuyas raíces son conocidas por sus virtudes estimulantes sobre la energía y la memoria. Sin embargo, no se recomienda a los pacientes en quimioterapia tomar esta raíz en forma de complementos alimenticios para combatir la fatiga y las pérdidas de memoria relacionadas con su tratamiento.
De hecho, se sospecha que el ginseng interactúa con los tratamientos contra el cáncer, ya sea disminuyendo su eficacia o aumentando su toxicidad. Las posibles interacciones dependen del tratamiento que esté tomando, así que, antes de comenzar una cura, consulte a su médico oncólogo y/o a su farmacéutico.
4- La hierba de San Juan
La hierba de San Juan es una planta con propiedades calmantes. Generalmente se indica para combatir la ansiedad y los trastornos del sueño.
Aunque los tratamientos contra el cáncer son ansiógenos, es mejor evitar tomar este tipo de complemento alimenticio durante su protocolo de tratamiento. Al interactuar con las enzimas del hígado, la hierba de San Juan puede disminuir la eficacia de algunos tratamientos, como las quimioterapias a base de irinotecán, metotrexato, docetaxel o imatinib, y algunas hormonoterapias.
5- La soja y los fitoestrógenos
La última categoría de suplementos alimenticios a evitar durante un tratamiento contra el cáncer concierne a las mujeres tratadas con hormonoterapia. Si está siendo tratada por un cáncer de mama hormonodependiente, no debe tomar fitoestrógenos. Estas moléculas presentes de manera natural en algunos vegetales como la soja tienen un efecto comparable al de las hormonas femeninas, de ahí su nombre.
En su caso, los fitoestrógenos están contraindicados porque contrarrestan el efecto de su tratamiento. Los suplementos alimenticios que los contienen son productos a base de:
• soja.
• trébol rojo.
• cimicifuga racemosa.
• salvia.
En menor medida, el regaliz, el lúpulo y el ginseng también los contienen. Recuerde sobre todo que los suplementos alimenticios destinados a aliviar los sofocos y otros malestares en mujeres menopáusicas están prohibidos para usted, incluso si su hormonoterapia provoca este tipo de efectos secundarios. De hecho, los fitoestrógenos que contienen podrían comprometer la eficacia de su tratamiento contra las recurrencias del cáncer de mama.
En conclusión, los pacientes tratados por cáncer no deben tomar suplementos alimenticios sin consejo médico. Deben ser muy cautelosos con estos productos, especialmente porque el 62% de los medicamentos comprados en línea son falsificaciones o productos de calidad inferior.