Con el aumento de la esperanza de vida y el envejecimiento de la población, la demencia es un desafío de salud mundial. Hasta la fecha, no se dispone de ninguna cura para este deterioro de las funciones cerebrales. Pero cada vez se conocen mejor los factores que favorecen esta degeneración. Según las recomendaciones médicas más recientes, aquí hay 5 consejos simples para evitar la demencia.
1- Mantenerse activo a lo largo de toda la vida
No existe, hasta la fecha, medicamentos para tratar el declive de las capacidades cerebrales con la edad. Con el envejecimiento de la población mundial, la Organización Mundial de la Salud estima que el número de personas con demencia en el mundo se va a triplicar para 2050, alcanzando la impresionante cifra de 153 millones de pacientes.
Hoy en día, aproximadamente el 70 % de los casos están relacionados con la enfermedad de Alzheimer (la primera causa mundial). En ausencia de una cura, los científicos concentran sus investigaciones en los factores de riesgo y en los medios para prevenir este declive cognitivo. Estiman que adoptar buenos hábitos a lo largo de la vida permitiría evitar la mitad de los casos de demencia en el mundo.
El primer consejo de prevención consiste en mantenerse activo tanto cognitiva como físicamente a lo largo de la vida. A medida que se envejece, es muy importante tener proyectos y seguir aprendiendo cosas nuevas. También se recomienda emprender nuevas actividades, ya sean deportes o pasatiempos practicados preferiblemente en grupo.
Si elige practicar deportes de contacto, ¡no olvide usar un casco protector! Es otro consejo de prevención para limitar el riesgo de traumatismo craneal.
2- Mantener el vínculo social
Si bien se recomienda mantenerse activo con la edad, también es para conservar el vínculo social a través de actividades colectivas. El sedentarismo es un factor de riesgo importante para la demencia, ¡pero el aislamiento social lo es igualmente!
La compañía de otras personas y los intercambios con familiares o miembros de un club son indispensables para mantener las capacidades cerebrales con la edad.
El vínculo social es una poderosa herramienta de prevención. Incluso después de un diagnóstico de enfermedad de Alzheimer o demencia senil, permite retrasar el deterioro cognitivo.
3- Dejar de fumar
Si usted es fumador, dejar de fumar es lo primero que puede hacer para evitar la demencia. El tabaquismo forma parte de los factores de riesgo bien identificados por las autoridades sanitarias, al igual que el consumo excesivo de alcohol.
Se estima que fumar aumenta en un 60% el riesgo de desarrollar demencia a partir de los 65 años, en comparación con una persona no fumadora.
En cuanto a los no fumadores, deben protegerse del tabaquismo pasivo y de la contaminación atmosférica para reducir su riesgo de desarrollar trastornos cognitivos.
4- Prevenir y tratar las enfermedades crónicas
Ya se sabía que, para reducir el riesgo de demencia en la edad adulta, era necesario disminuir el riesgo cardiovascular y prevenir o tratar diferentes enfermedades crónicas:
• diabetes;
• obesidad;
• hipertensión arterial;
• depresión nerviosa.
El 31 de julio de 2024, se añadieron dos nuevos factores de riesgo a la lista de 12 factores ya identificados por la Comisión Lancet. Los trabajos de esta comisión revelaron la influencia negativa del exceso de colesterol malo (LDL) y de la pérdida de visión no tratada con lentes correctoras.
Según los investigadores, el 7 % de los casos de deterioro cognitivo serían atribuibles a un nivel elevado de colesterol malo a partir de los cuarenta años. Un gesto de prevención consiste entonces en ser seguido regularmente por su médico tratante, con el fin de controlar su presión arterial y realizar análisis de sangre, en particular el control de la glucemia y del nivel de colesterol.
5- Corregir los problemas de vista y audición
Según el último informe de la Comisión sobre la demencia de The Lancet, una pérdida de visión no tratada a una edad avanzada explicaría aproximadamente el 2% de los casos de declive cognitivo.
Este nuevo factor de riesgo se suma a una lista que ya incluye la pérdida de audición. Se estima que una pérdida auditiva entre los 45 y 65 años aumenta en un 90% el riesgo de desarrollar demencia en comparación con una persona de la misma edad que no presenta este factor de riesgo.
Entre las medidas de prevención, es importante vigilar y tratar cualquier pérdida de audición o visión a lo largo de la vida. Estas recomendaciones son perfectamente coherentes con los consejos dados anteriormente, ya que el uso de gafas correctoras y/o prótesis auditivas ayuda a los mayores a mantenerse activos y a mantener vínculos sociales.