A pesar de su nombre poético, la ambrosía es una verdadera plaga para las personas que sufren de alergias al polen. Esta planta originaria de América del Norte provoca graves alergias en el momento de su floración, en los meses de agosto y septiembre. Aquí tienes todo lo que necesitas saber sobre esta hierba altamente alergénica en 3 preguntas.
La ambrosía de hojas de artemisa o Ambrosia artemisiifolia es una planta herbácea de la misma familia que el Girasol, la familia de las Asteráceas o Compuestas.
Se trata de una planta anual invasora que se desarrolla en terrenos vacíos y mal cuidados, en obras, en los bordes de las carreteras y en terrenos en barbecho. Toma la forma de un arbusto que puede alcanzar más de un metro de altura. Pero se reconoce sobre todo por su follaje. Posee hojas delgadas y muy recortadas, del mismo verde en cada cara, lo que permite distinguirla de la artemisa.
Esta planta invasora plantea problemas durante su floración, a finales del verano y en otoño. Las flores masculinas, que están agrupadas en largas espigas bien visibles, liberan grandes cantidades de polen muy alergénico.
Los polenes de ambrosía son a la vez muy volátiles y muy alergénicos.
Pueden dispersarse a más de 150 kilómetros y basta con unos pocos granos de polen por metro cúbico de aire para que aparezcan reacciones alérgicas en personas sensibles.
Esta planta está muy presente en Ródano-Alpes y en las regiones vecinas (corredor del Ródano, valle del Saona, Isère), donde la alergia a la ambrosía afectaría del 6 al 12% de la población, desde mediados de agosto hasta octubre. En estas regiones, esta planta es objeto de vigilancia constante y campañas de arranque.
Los síntomas más comunes son los de la fiebre del heno:
• secreción nasal y estornudos;
• conjuntivitis y lagrimeo;
• síntomas respiratorios como tos, asma y traqueítis;
• síntomas cutáneos: urticaria o eczema.
La gravedad y la frecuencia de los síntomas observados son directamente proporcionales a la concentración de los granos de polen en el aire.
Como la temporada de polinización de esta planta es una de las más largas (casi dos meses), cada vez más personas se ven afectadas por esta alergia en Francia. Las estimaciones para el futuro son alarmantes e indican que el 15% de la población francesa podría volverse alérgica a este polen para el 2050.
La lucha contra la ambrosía concierne no solo a las colectividades, sino también a los agricultores y particulares.
Las principales medidas de prevención de alergias a esta planta son:
• la adecuación de terrenos baldíos.
• la arrancada, el desbroce o el desherbado químico antes de la floración.
La Red Nacional de Vigilancia Aerobiológica (RNSA) está encargada de informar a los ciudadanos sobre esta plaga. Se invita a toda persona a realizar reportes sobre las zonas infestadas o a destruir esta planta si puede hacerlo.
El período de junio-julio es el más propicio para arrancar esta planta antes de su período de floración. Para el arrancado manual, se recomienda el uso de guantes.
Según las recomendaciones oficiales, hay que evitar intervenir durante el período de floración. Para actuar en este período, el uso de una mascarilla es indispensable.