Aunque el estrés se presenta generalmente como el mal del siglo responsable de muchos problemas de salud, un estudio estadounidense publicado en agosto de 2022 acaba de confirmar la existencia del estrés bueno y su efecto beneficioso para la salud mental. ¿Se pregunta cómo distinguir entre el estrés bueno y el malo y cómo utilizar la presión para rendir más? He aquí algunas respuestas.
¿Qué es un buen estrés?
Aunque la mayoría de las veces tiene una connotación negativa, el estrés no es ni bueno ni malo. Es un mecanismo natural de afrontamiento que puede ayudarte a superar los obstáculos a los que te enfrentas.
Por supuesto, este mecanismo de defensa te pone bajo presión, de acuerdo con la etimología de la palabra (del verbo latino stringere que significa presionar). Sus manifestaciones físicas, como las manos húmedas y el corazón palpitante, no son agradables, pero tiene sus ventajas.
El buen estrés es aquel que te permite movilizar tus fuerzas para afrontar retos con un alto nivel de exigencia como un examen que debes aprobar, un compromiso para hablar en público o una reunión importante que debes preparar. Es positivo porque, a diferencia del estrés malo, no paraliza a la persona que lo siente, sino que la ayuda a actuar o reaccionar.
¿Qué ha revelado este nuevo estudio?
Según un estudio estadounidense, a niveles bajos y moderados, el estrés tiene efectos positivos sobre el cerebro y la salud mental. El estudio fue realizado por la Universidad de Georgia en 1.200 adultos jóvenes mediante un cuestionario para evaluar sus niveles de estrés diarios.
Al mismo tiempo, los autores analizaron las capacidades cognitivas de los participantes, mediante pruebas de atención, velocidad de procesamiento de la información, memoria y flexibilidad cognitiva.
Los resultados se publicaron en la revista Psychiatry Research en agosto de 2022. Según el autor principal de este estudio, Assaf Oshri, un buen estrés permite 'desarrollar mecanismos de afrontamiento', 'organizarse para rendir mejor', en definitiva, ser más eficaz ante las situaciones estresantes.
¿Cuáles son sus efectos positivos en el cerebro?
Este estudio concluyó que los niveles de estrés de bajos a moderados eran beneficiosos psicológicamente.
El estrés se produce durante experiencias desagradables pero que dan poder. Según Assaf Oshri, 'Hay experiencias específicas que pueden ayudarte a crecer o a desarrollar habilidades que te preparen para el futuro'.
En otras palabras, el estrés moderado te prepara para afrontar situaciones estresantes en el futuro. Estarás mejor equipado psicológicamente para afrontar problemas similares en el futuro...
Este estudio descubrió que el estrés podría "ayudar a crear resiliencia" en nuestro cerebro, pero también proteger nuestra salud mental, "reduciendo el riesgo de trastornos mentales" como la depresión y el comportamiento antisocial.
¿A qué nivel el estrés se vuelve perjudicial?
Aunque este estudio constató que una pequeña dosis de estrés puede ser, por tanto, útil y beneficiosa para nuestro cerebro, hay que señalar que a partir de cierto nivel, que varía de un individuo a otro, se vuelve perjudicial para la salud mental y física.
No todos somos iguales cuando se trata de estrés. La tolerancia de cada individuo a las situaciones de estrés depende de varios factores como la edad, la predisposición genética y el entorno social. El hecho de recibir o no apoyo en el día a día repercute lógicamente en nuestra capacidad para afrontar los retos y la presión que conllevan.
Por lo tanto, este estudio también confirma que en algún momento, el estrés se vuelve tóxico. Este es el caso, sobre todo, cuando la presión es crónica porque la persona vive en una situación difícil de pobreza o abuso, por ejemplo.
En este caso, el estrés malo tiene efectos físicos y emocionales devastadores. Afecta a todo el organismo, desde el sistema inmunitario hasta la regulación emocional, pasando por la función cerebral. Assaf Oshri concluye: "No todo el estrés es bueno".