El control prenatal se refiere a todos los exámenes a los que debe someterse una mujer embarazada para garantizar que su embarazo se desarrolle sin problemas. Este chequeo no sólo controla el crecimiento del feto, sino que también detecta cualquier enfermedad grave del niño durante el embarazo. Aquí tiene todo lo que necesita saber sobre estos exámenes médicos, algunos de los cuales son obligatorios y otros opcionales.
¿En qué consiste el chequeo médico?
El control prenatal consiste en varios exámenes rutinarios con fines de prevención.
Este primer paso, también conocido como control prenatal, se ofrece a todas las futuras madres.
En la segunda etapa, si se sospecha de una anomalía en el feto, se recomiendan más pruebas complementarias: es lo que se conoce como diagnóstico prenatal.
¿Qué pruebas hay que realizar?
El objetivo del control prenatal es detectar diversas anomalías en el feto.
El cribado prenatal consiste en primer lugar en comprobar el crecimiento del feto, su vitalidad y su morfología durante las 3 ecografías programadas:
- entre la semana 11 y 13 de embarazo
- entre la semana 21 y 24
- y finalmente entre la semana 32 y 34.
Durante su embarazo, también se ofrecerá el cribado de la trisomía 21. No es obligatorio, pero se recomienda, ya que la Trisomía 21 es la enfermedad genética más frecuente.
Este cribado se basa en el cálculo de una puntuación predictiva basada en la medición del cuello del feto en la primera ecografía, la edad de la madre y determinados marcadores sanguíneos. En función del resultado, se ofrecerán más pruebas.
Otros exámenes médicos son obligatorios para las mujeres embarazadas, en particular un análisis de sangre para detectar :
- infecciones que pueden causar malformaciones fetales, como la rubéola o la toxoplasmosis
- virus y bacterias que pueden contaminar al feto, como la sífilis, el VIH y las hepatitis B y C.
¿Cuándo se realiza el diagnóstico prenatal?
El diagnóstico prenatal afecta a alrededor del 3% de los embarazos en Francia. No es sistemático porque completa el control prenatal estándar cuando se sospecha una anomalía fetal.
La finalidad de estos exámenes complementarios es confirmar el diagnóstico de una afección fetal y dar a los futuros padres la posibilidad de realizar una interrupción médica del embarazo.
En Francia hay 7.000 casos de interrupción médica del embarazo cada año, cuando el feto está afectado por una enfermedad genética o malformación congénita especialmente grave e incurable.
Por otro lado, cuando existe un tratamiento médico o quirúrgico para la patología detectada, es posible continuar con el embarazo.
¿En qué consisten estos exámenes adicionales?
El diagnóstico prenatal incluye una ecografía de seguimiento, realizada por un médico de referencia, para confirmar el diagnóstico y evaluar el pronóstico. Además, a veces se solicita una resonancia magnética como complemento.
Este diagnóstico suele incluir un análisis de los cromosomas del feto, en busca de una trisomía u otra anomalía genética como la falta de un trozo de cromosoma o, por el contrario, un trozo de cromosoma de más.
Este análisis de los cromosomas del feto puede realizarse antes de la semana 14 de embarazo mediante una biopsia del trofoblasto (la futura placenta) o, a partir de la semana 15, mediante la amniocentesis, es decir, la muestra de líquido amniótico mediante una aguja.
Además, ahora también es posible detectar el síndrome de Down a partir de una muestra de sangre materna. Se analiza el ADN fetal, que procede de la placenta y circula en pequeñas cantidades por la sangre de la madre.
Un diagnóstico prenatal no significa necesariamente que haya que interrumpir el embarazo. En algunos casos, es posible tratar el problema detectado in utero, incluyendo la anemia fetal, el derrame pulmonar o incluso la espina bífida.