Muchas personas que padecen artrosis y dolor de espalda crónico afirman que sienten un dolor más intenso con la llegada del frío invernal. Muchos pacientes relacionan espontáneamente el dolor de espalda con el clima. Pero, ¿se ha establecido científicamente este vínculo? He aquí algunas respuestas.
La vinculación entre el dolor de espalda y el clima ha sido objeto de debate científico durante muchos años.
Los investigadores analizaron la cuestión en 2014, 2016 y 2017 sin hallar una relación causal demostrada entre la llegada del frío y el aumento del dolor de espalda.
Por ello, los científicos llevan mucho tiempo sosteniendo que la idea de que el invierno es la peor estación para los que sufren dolores de espalda es sólo una creencia popular... ¡aunque tampoco han podido demostrar que no exista una relación causal!
Un estudio realizado en la Universidad de Mánchester y publicado en la revista científica Nature en 2019 ha arrojado nueva luz sobre este debate. Según este estudio más reciente, sí existe una relación entre el dolor de espalda y el clima, pero el aumento del dolor no tiene nada que ver con la bajada de las temperaturas y el frío.
Según investigadores de la Universidad de Manchester, la probabilidad de que aumente el dolor articular es 20% mayor en los días húmedos y ventosos que en la media de todo el año.
Por tanto, en contra de la creencia popular, no hay que temer al frío, sino a los días de mal tiempo que combinan lluvia y viento.
Para los pacientes con dolor de espalda crónico, el principal beneficio del estudio de 2019 es ayudarles a planificar mejor sus actividades.
Ahora que conoces la relación entre el dolor de espalda y el tiempo, tú también puedes organizarte mejor según la previsión meteorológica de tu ciudad.
Si tienes que realizar actividades que pueden desencadenar dolor, como trabajos de bricolaje, planifícalas en días en los que el tiempo sea más favorable, es decir, soleados y sin viento.
Además, muchos médicos coinciden en que la razón por la que los pacientes se quejan más de dolor de espalda en invierno es porque esta estación va acompañada de menos actividad física.
Cuando hace mal tiempo, la gente sale menos de casa y se mueve menos, y se cree que esta inactividad es la verdadera causa del aumento del dolor.
Por lo tanto, si quieres prevenir el dolor de espalda, debes seguir estando activo incluso cuando hace frío y/o está gris fuera.
Sin embargo, debemos señalar que para beneficiarse de este efecto preventivo, no es necesario hacer grandes esfuerzos. Basta con taparse y salir a pasear o elegir un pasatiempo activo como la jardinería o la cocina en lugar de sentarse frente a una pantalla.