Las fiestas son el momento de reunirse en torno a una mesa bien surtida. Sin embargo, la tradicional comida de Navidad puede convertirse en un quebradero de cabeza si alguno de los invitados sufre alergias alimentarias. He aquí una guía práctica para limitar el riesgo de reacciones alérgicas.
Las fiestas son sinónimo de largas comidas y gran variedad de alimentos. Pero para las personas con alergias alimentarias, es difícil disfrutar de la fiesta, ya que hay muchos alimentos de riesgo.
Huevos, trigo, leche, marisco y frutos secos forman parte tradicionalmente del menú de la comida de Navidad. Por lo tanto, si padece alergias o si recibe a una persona alérgica, debe extremar las precauciones.
Las personas alérgicas deben evitar a toda costa el alimento o alimentos que les provocan la alergia. Los alimentos de riesgo varían de una persona a otra, pero se sabe que algunos productos son especialmente alergénicos.
Aquí tienes una lista de alimentos que pueden desencadenar reacciones:
- marisco
- setas
- especias (es aconsejable cocinarlas para limitar las alergias)
- caracoles (porque incluso después de cocinados provocan ataques de asma en personas alérgicas a los ácaros del polvo por Alergia Cruzada)
- Soja
- gluten en panes, pasteles y galletas
- leche en los quesos, pero también en algunos postres y helados
- frutas exóticas
- cacahuetes y frutos secos (presentes en turrones y chocolates)
- los sulfitos que contienen los vinos, el champán y los licores.
Por eso, a la hora de organizar la cena de Navidad, es fundamental preguntar a los invitados si tienen algún tipo de alergia.