Producto estrella del departamento de complementos alimenticios, la vitamina C es considerada por algunos como una auténtica panacea contra la fatiga, antioxidante y antiinfecciosa. Pero, ¿están probados todos estos beneficios? Nos proponemos descifrar 5 ideas preconcebidas sobre esta famosa vitamina.
1- La vitamina C da energía
Cuando mencionamos la vitamina C, pensamos inmediatamente en su efecto antifatiga. Pero en realidad, esta vitamina no es un tónico o un excitante en sentido estricto.
Si le permite resistir mejor los virus del invierno, es porque refuerza las defensas inmunitarias del organismo.
Esta vitamina también ayuda a combatir la fatiga porque permite una mejor asimilación del hierro y previene la anemia.
2- La vitamina C puede impedir el sueño
Como la vitamina C no es excitante, la idea de que impide el sueño también es falsa.
Esta vitamina no sólo no es enemiga de tu sueño, sino que se ha demostrado en hámsters que promueve las ondas theta en el cerebro.
Ahora bien, estas ondas corresponden a un estado de relajación profunda que favorece más bien el sueño.
Durante mucho tiempo se pensó que esta vitamina impedía el sueño debido a la formulación de los primeros comprimidos efervescentes, que eran ricos en glucosa (que puede ser excitante).
Si opta por un suplemento sin azúcar, no tendrá que preocuparse por este molesto efecto secundario.
3- La vitamina C es eficaz contra los resfriados
La vitamina C también es conocida por su eficacia contra los resfriados.
Un estudio realizado en 2013 reveló el valor de este micronutriente para reducir la duración de los síntomas de un resfriado común.
Sin embargo, un nuevo trabajo publicado en 2018 concluyó que esta vitamina tiene poco o ningún efecto sobre la duración del resfriado común.
Esta vitamina, también conocida como ácido ascórbico, sigue siendo beneficiosa para la salud porque :
- ayuda a reforzar nuestra inmunidad optimizando la acción de los glóbulos blancos
- participa en la síntesis del colágeno
- Tiene varias propiedades antioxidantes, antianémicas y antihistamínicas.
4- Comer 2 frutas es suficiente para cubrir tus necesidades diarias
En Francia, la ingesta recomendada para los adultos es de 110 mg de vitamina C al día y algo más para las mujeres embarazadas, los fumadores y los mayores de 75 años.
Una dieta equilibrada y rica en frutas y verduras es suficiente para alcanzar esta cantidad.
Algunas verduras como las grosellas negras, el kiwi, los cítricos, los pimientos rojos y las verduras crucíferas son más ricas en ácido ascórbico que otras.
Pero, en contra de la creencia popular, no basta con comer dos naranjas o dos kiwis al día para alcanzar la ingesta diaria recomendada.
Hay que tener en cuenta que esta vitamina es particularmente frágil. Se destruye rápidamente en contacto con el aire y la luz o durante la cocción.
Por eso se recomienda:
- dar preferencia a los circuitos cortos para sus compras
- no almacenar los alimentos, sino consumirlos rápidamente después de comprarlos
- comer las verduras crudas o cocinadas a fuego lento, es decir, al vapor o en papel de aluminio.
Para tener en cuenta: si cosechas verduras de tu huerto, intenta comerlas justo después de recogerlas: es cuando son más ricas en nutrientes, incluida la preciada vitamina C.
5- Altas dosis de vitamina C pueden ser tóxicas
Incluso si se toma un curso de tabletas de vitaminas mientras se come fruta, no hay riesgo de sobredosis.
Esto se debe a que la vitamina C es soluble en agua y cuando se absorbe en una cantidad demasiado grande se elimina a través de la orina.
No es tóxico porque no se acumula en el organismo. La única desventaja en caso de dosis altas es su efecto laxante.
Precaución: la suplementación con vitamina C está contraindicada para las personas que sufren de cálculos renales. Esto se debe a que los Cálculos renales están compuestos por ácido oxálico y se forman a partir del ácido ascórbico.