¿Ha renunciado a hacer buenos propósitos a principios de año porque de todas formas no los cumple, o no por mucho tiempo? Saca tu lista de cambios que debes hacer para el próximo año. De hecho, aunque no cumpla sus propósitos, el simple hecho de hacerlos ya es beneficioso. He aquí algunas explicaciones.
Es bueno mirar hacia adelante
¿Crees que los propósitos de año nuevo son sólo una tradición ineficaz e inútil? Piénsalo bien.
De hecho, este hábito que tenemos de fijar objetivos para el año que viene no es ni mucho menos inútil. Detrás de todo buen propósito, está el deseo de mejorar nuestra vida cotidiana y nuestro bienestar físico y/o psicológico.
Por supuesto, no necesariamente conseguiremos dejar de Fumar o perder tanto peso como nos gustaría, pero ¿a quién le importa?
Aunque probablemente sea cierto que no los cumpliremos en todo el año, los Buenos propósitos son beneficiosos y no debemos renunciar a este ritual porque nos ayuda a proyectarnos en el futuro.
Es una buena idea hacer un balance regularmente
Además, elegir qué cambios queremos hacer en nuestra vida en los próximos meses requiere que nos tomemos un tiempo para reflexionar y revisar el año pasado.
Aunque no solemos dedicar tiempo a pararnos a reflexionar sobre nuestra vida, esta cita anual es una oportunidad para hacer balance de nuestros hábitos y nuestros deseos de cambio.
Hacer Buenos propósitos es sobre todo un trabajo de introspección que nos obliga a dar un paso atrás y a mirarnos con lucidez para identificar lo que no funciona y lo que se puede mejorar.
También hay que señalar que una resolución verdaderamente "buena" es la que realmente nos conviene. Así que aprovecha el comienzo del año para escucharte a ti mismo y a tus deseos.
Es bueno empezar el año de forma positiva
Como habrás comprendido, hacer buenos propósitos con toda lucidez no es necesariamente un ejercicio agradable. Requiere un esfuerzo de honestidad hacia uno mismo, para mirarse sin complacencia y formular lo que realmente le gustaría cambiar.
Pero merece la pena el esfuerzo, ya que este ejercicio te ayudará a cambiar tu mentalidad y encarar el año de forma positiva y activa.
En lugar de aceptar pasivamente quién eres y cómo vives hoy, al hacer buenos propósitos expresas tu deseo de cambiar, tomar medidas y hacerlo mejor.
Ahora bien, el deseo de cambio y renovación es siempre algo bueno. Es una gran motivación para redefinir tus prioridades y volver a encarrilar tu vida.
Es bueno iniciar cambios (pequeños)
Dado que el comienzo del año es la época en la que todo el mundo hace, más o menos, buenos propósitos, es un buen momento para iniciar cambios en tu vida.
Si hablas con tus seres queridos, te animarán y te ayudarán a no rendirte demasiado rápido.
Aunque luego te resulte difícil mantener tu objetivo a largo plazo, no lo consideres un fracaso.
El período en el que comiste una dieta equilibrada, hiciste ejercicio, caminaste todos los días te habrá beneficiado de todos modos: no sólo te habrás sentido seguramente mejor contigo mismo, sino que lo más importante es que habrás sido optimista, entusiasta y orgulloso de ti mismo.
Habrás sentido, durante unas semanas, esa estimulante sensación de que el cambio es posible. Habrás demostrado que eres capaz de cambiar y eso te habrá hecho bien.
Nota: para mantener tus propósitos a lo largo del tiempo, recuerda que es mejor establecer objetivos realistas y ponerles números precisos (como caminar 15 minutos al día). Estos dos consejos aumentan sus posibilidades de éxito.
Para realizar cambios a largo plazo, también puede inspirarse en el método kaizen o método de los pequeños pasos de Japón (véase el artículo de al lado).