Para cuidar el organismo durante periodos de calor intenso, hay cosas que se deben hacer y otras que definitivamente no se deben hacer. Le presentamos los errores a evitar para proteger su salud durante una ola de calor.
Para cuidar el organismo durante periodos de calor intenso, hay cosas que se deben hacer y otras que definitivamente no se deben hacer. Le presentamos los errores a evitar para proteger su salud durante una ola de calor.
Beber una cerveza fría cuando hace calor puede parecer una buena idea para refrescarse. Pero en realidad, la cerveza, al igual que todas las bebidas alcohólicas, tiene el efecto de deshidratar el organismo.
Por eso, en caso de calor intenso, es mejor optar por una cerveza sin alcohol y eliminar por completo las bebidas alcohólicas.
Para refrescarse cuando hace calor, también se puede estar tentado de beber frío o incluso muy frío. El efecto refrescante de las bebidas muy frías como el té helado es agradable al principio, pero no es duradero ni realmente eficaz...
Al ingerir un líquido frío, en realidad no estás reduciendo tu temperatura corporal. En cambio, estás sometiendo a tu organismo a un choque térmico, que tiene que calentar ese líquido para asimilarlo correctamente.
Este esfuerzo requiere un gasto de energía que calienta tu cuerpo. Por eso, aunque parezca menos agradable durante una ola de calor, se recomienda consumir bebidas a temperatura ambiente o incluso beber té e infusiones tibias para hidratarse adecuadamente.
En el mismo orden de ideas, no es bueno tomar una ducha fría cuando hace mucho calor. Las duchas frías durante una ola de calor no solo son difíciles de soportar, ¡también son perjudiciales para la salud!
De hecho, hacen que la temperatura corporal disminuya rápidamente debido al agua fría y a la evaporación del agua en la piel. Esto provoca un choque térmico brutal que el cuerpo deberá compensar con un repentino aumento de la temperatura.
Las altas temperaturas pueden disminuir el apetito, pero no es una buena idea reducir las comidas durante un período de calor intenso. ¡Para resistir al calor, es necesario no solo hidratarse adecuadamente bebiendo agua, sino también alimentarse bien!
Las frutas y verduras de temporada como los tomates, pepinos, sandías y melones son una buena fuente de hidratación. Pero cuidado: tus comidas no deben limitarse a estos alimentos ligeros y ricos en agua, especialmente porque las verduras crudas tienden a irritar los intestinos.
Para mantener tus fuerzas, debes comer en cantidades suficientes y crear menús equilibrados con:
• verduras cocidas como ratatouille o crema de calabacín servidas frías
• fuentes de proteínas como queso (tipo mozzarella o feta) o pechuga de pollo
• alimentos ricos en almidón que puedes agregar a una ensalada mixta: preparar una ensalada de pasta o quinoa es una forma sencilla pero efectiva de hacer una comida completa en verano.
Aunque el deporte al aire libre suele ser excelente para la salud, esto ya no es cierto durante los episodios de altas temperaturas. No solo se desaconseja hacer esfuerzos físicos durante las olas de calor, sino que las condiciones atmosféricas también causan una contaminación por ozono en las ciudades.
En verano, debido a la combinación de la exposición solar y la falta de viento, es frecuente que la concentración de ozono aumente en la atmósfera. Sin embargo, esta molécula, también conocida como O3, es un contaminante particularmente nocivo.
Por esta razón, la mayoría de los municipios alertan a la población en caso de picos de ozono y toman medidas para reducir esta contaminación.
Para evitar exponerse a la contaminación atmosférica y al calor exterior, recordemos que es mejor evitar abrir las ventanas durante el día. En los días de altas temperaturas, lo recomendable es cerrar las ventanas y persianas durante el día y esperar a la caída de la noche para abrirlas y refrescar la casa...
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