A veces mal percibida y asociada con la pereza, la siesta es hoy en día rehabilitada y practicada incluso en las empresas. Esta pausa, que es un medio para que el cuerpo y la mente se recarguen, permite aumentar la capacidad de trabajo, la concentración y la eficacia de los empleados.
La siesta es un tiempo de descanso tomado en el medio del día, generalmente después de la comida del mediodía. Diferentes evaluaciones científicas han demostrado la existencia de una disminución de la vigilancia a principios de la tarde. Este fenómeno, aumentado en caso de comidas copiosas o falta de sueño, forma parte de los mecanismos endógenos de nuestro cuerpo, regulados por nuestro reloj biológico.
La siesta tiene efectos beneficiosos para la salud: permite reducir el nivel de estrés y mejorar la actividad cerebral en términos de vigilancia, concentración y creatividad.
De hecho, algunos empleadores han comprendido bien su interés para mejorar la productividad de sus empleados.
Cabe destacar que, en pequeñas dosis, este tiempo de descanso durante el día no tiene ningún impacto negativo en la calidad del sueño nocturno; al contrario, podría mejorarlo. Por eso, muchos especialistas del sueño desean rehabilitar la práctica de la siesta.
Según un estudio publicado en Sleep Health en junio de 2023, habría una relación entre siestas regulares y el volumen del cerebro. Con la edad, este órgano tiende a disminuir de volumen y a atrofiarse, pero hacer la siesta permitiría ralentizar este proceso.
"Nuestros resultados sugieren que, para algunas personas, las siestas cortas pueden ser uno de los factores que podrían ayudar a la preservación de la salud cerebral a medida que envejecemos", explica Victoria Garfield, una de las autoras de este estudio.
Aunque los efectos positivos o negativos de esta práctica en la salud todavía se debaten ampliamente en la comunidad científica, puede aprovechar su pausa del mediodía para relajarse y/o dormir una siesta corta...
Según nuestro reloj biológico, que varía poco de un individuo a otro, el comienzo de la tarde (alrededor de las 14 horas) es un período de menor vigilancia.
Este es el momento ideal para descansar: 20 a 40 minutos son suficientes para disfrutar de los beneficios de la siesta.
Nota: algunas personas practican la siesta rápida (o power nap en inglés) durante solo unos minutos para recuperar la concentración y la energía.
Incluso si no eres un adepto de la siesta, se recomienda no luchar contra la somnolencia: al contrario, no dudes en tomarte un descanso, aunque sea breve, y un momento de relajación.
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