Hay muchas razones y problemas de salud que pueden llevarle a buscar la ayuda de un hipnoterapeuta. La hipnosis médica puede utilizarse para tratar adicciones, fobias, estrés y muchos síntomas asociados, como el insomnio, los sofocos y el síndrome del intestino irritable. Sin embargo, muchas personas tienen ideas preconcebidas sobre este método y se resisten a probarlo. Para separar lo verdadero de lo falso, hemos enumerado 8 ideas preconcebidas sobre la hipnosis.
1- Bajo hipnosis, pueden hacerme hacer cualquier cosa
Muchas personas tienen miedo de acudir a un hipnoterapeuta porque han visto espectáculos en los que los hipnotizadores hacen que el público haga locuras...
Pero la hipnosis médica no se parece en nada a la hipnosis de espectáculo. Cuando vas a un hipnoterapeuta, no tienes que preocuparte de que te obliguen a hacer algo.
Durante la sesión, el hipnoterapeuta utilizará su imaginación para ayudarle a relajarse y a encontrar el camino de la recuperación.
Sin embargo, si las imágenes o metáforas que se le piden le parecen inapropiadas o embarazosas, no tendrá ningún problema en negarse a hacerlo.
2- Bajo hipnosis, ya no eres tú mismo
Uno de los conceptos erróneos más comunes sobre la hipnosis es el miedo a perder el control por completo.
Es cierto que este método, al igual que la meditación, permite alcanzar un estado alterado de conciencia situado en la frontera entre la vigilia y el sueño. Pero esto no significa que otra persona vaya a tomar el control de su mente.
Las sugerencias y los ejercicios ofrecidos por el terapeuta simplemente le permitirán aprovechar los recursos que tiene pero que no puede movilizar en un estado de vigilia ordinario.
Este método te ayudará así a desprenderte de los condicionamientos anclados en tu cerebro, a modificar tus percepciones y a proyectarte hacia un futuro en el que estés mejor.
3- Existe el riesgo de quedar atrapado en un estado de hipnosis
Otro error común sobre la hipnosis es el miedo a permanecer en ese estado particular de conciencia y no poder volver a él al final de la sesión.
Esta idea errónea es completamente falsa: al final de la sesión, como en una sesión de relajación clásica, se volverá gradualmente a un estado de vigilia.
Entonces podrá moverse, estirarse, bostezar y abrir los ojos para volver a la realidad. Cuando te despiertes, recordarás todo lo que se dijo, a menos que te hayas quedado dormido durante la sesión (lo cual no es la intención).
A tener en cuenta: sólo las personas que padecen depresión, esquizofrenia o bipolaridad deben consultar a un psiquiatra antes de probar la hipnosis médica para evitar cualquier riesgo de descompensación psicótica.
4- Algunas personas no pueden ser hipnotizadas
Uno de los conceptos erróneos más comunes sobre la hipnosis es que algunas personas no pueden ser hipnotizadas.
En teoría, cualquiera puede entrar en este estado de conciencia en el límite entre la vigilia y el sueño porque es un estado que nuestro cerebro experimenta de forma natural cada vez que estamos a punto de quedarnos dormidos.
Es cierto que los pacientes son todos diferentes y son más o menos receptivos a este método. Se calcula que al 10% de los individuos les resulta difícil soltarse y, por el contrario, el 10% de las personas entran en el trance hipnótico con facilidad.
Para todos los demás, es más o menos fácil entrar en este estado dependiendo del momento y del terapeuta.
5- Todos los hipnoterapeutas son iguales
Al contrario de lo que se podría pensar, la eficacia de la hipnosis médica también depende de la persona que la practica. La idea de que uno puede consultar a cualquier hipnoterapeuta y obtener los mismos resultados es falsa.
Como norma general, se recomienda acudir a un profesional de la salud formado en hipnosis. Podrán descartar cualquier condición médica subyacente antes de ofrecerle una sesión.
También hay que destacar que la hipnosis no cura los trastornos físicos y nunca debe utilizarse como alternativa a la medicación. Simplemente complementa otros tratamientos para ayudar a los pacientes con estrés, dolor crónico, trastornos del sueño o fobias.
6- Este método no es realmente científico
Uno de los conceptos erróneos más comunes sobre la hipnosis es que no tiene base científica. Pero, de hecho, gracias a las resonancias magnéticas, los investigadores tienen ahora pruebas científicas de la eficacia de la hipnosis médica.
Han podido observar que el trance hipnótico altera la actividad de ciertas áreas del cerebro, entre ellas áreas relacionadas con las emociones y la transmisión de mensajes dolorosos.
Este hallazgo explica por qué las sesiones regulares ayudan a reducir la percepción del dolor y el componente emocional del dolor crónico (sobre todo el miedo a volver a hacerse daño).
La eficacia de este método está ahora reconocida en los hospitales. Se propone como complemento a los tratamientos en los centros del dolor y en el manejo de ciertos problemas como las migrañas, la artrosis, la esclerosis múltiple o el dolor del miembro fantasma tras una amputación.
7- La hipnosis es inútil en caso de enfermedad grave
Aunque la hipnosis no cura directamente enfermedades graves como el cáncer o la esclerosis múltiple, puede utilizarse como terapia complementaria para ayudar a las personas a afrontar el tratamiento.
Una recopilación de varios estudios realizados en más de 1350 pacientes ha demostrado que en casos de cáncer de mama esta medicina alternativa ayuda a reducir el dolor y la ansiedad durante el tratamiento.
Ayuda a controlar mejor el miedo y el dolor durante la biopsia, a reducir la fatiga durante la radioterapia y la ansiedad durante la cirugía.
8- Siempre funciona para perder peso o dejar de fumar
Por el contrario, la hipnosis se presenta a veces como un método milagroso para dejar de fumar o perder peso. Pero cuidado, si decides consultar a un hipnoterapeuta para complacer a tus seres queridos, no hay ninguna posibilidad de que este método funcione.
Si quieres que la hipnosis te ayude a dejar de fumar o a perder peso, estos objetivos deben ser tuyos. Debes querer realmente cambiar tus hábitos y estar motivado para que las sesiones te ayuden a cambiar tu relación con los cigarrillos o la comida.
Las sugerencias del hipnoterapeuta sólo refuerzan su propia voluntad de perder peso o dejar de fumar, pero nunca sustituirán sus propios esfuerzos.
Además, si quieres resolver un problema concreto, es mejor acudir a un hipnoterapeuta que intentar la autohipnosis por tu cuenta en casa.
Consultar a un especialista te permite establecer sesiones y ejercicios personalizados que puedes repetir en casa para aumentar tus posibilidades de éxito.