Según un estudio publicado el lunes 16 de septiembre de 2024 en la revista médica The Lancet, 39 millones de personas corren el riesgo de morir en el mundo durante los próximos 25 años debido a la resistencia a los antibióticos. El descubrimiento de los antibióticos por Alexander Fleming ha permitido salvar millones de vidas. Pero hoy en día, la eficacia de estos tratamientos disminuye, de tal manera que infecciones comunes pueden volver a ser mortales. Aquí hay 5 buenos hábitos a adoptar para prevenir este grave problema de salud pública llamado resistencia a los antibióticos.
¿Cuáles son las causas de la resistencia a los antibióticos?
La resistencia a los antibióticos comenzó en los años 1980. Los médicos descubrieron que un consumo excesivo de antibióticos hacía aparecer microorganismos resistentes a los tratamientos clásicos.
La resistencia a los antibióticos es un grave problema de salud pública porque si los antibióticos que conocemos dejaran de funcionar, el 50% de los pacientes en cuidados intensivos morirían.
En los años 2000, la famosa campaña "los antibióticos no son automáticos" redujo el consumo de estos medicamentos en un 24%, pero desde entonces, ha vuelto a aumentar. ¡Algunas bacterias incluso están comenzando a ser totalmente resistentes, es decir, que resisten a todos los antibióticos existentes!
En 2015, 158,000 personas contrajeron una bacteria multirresistente en Francia y 12,500 murieron por ello. Un estudio publicado el lunes 16 de septiembre de 2024 en la revista médica The Lancet estima que un millón de muertes han sido causadas por la resistencia a los antibióticos desde los años 1990 y que este peligro subestimado podría causar 39 millones de muertes en los próximos 25 años.
Estas cifras demuestran lo importante que es concienciar al público sobre este problema. Por eso se organiza cada año el 18 de noviembre una Jornada Europea de Información sobre los Antibióticos. A continuación, le recordaremos 5 medidas de prevención para frenar la resistencia a los antibióticos.
1- ¡No abuse de los antibióticos!
Como recordaba una campaña de concienciación que se hizo famosa, "los antibióticos no son automáticos". De hecho, estos medicamentos son ineficaces contra las infecciones virales como las gripes, rinofaringitis, otitis, amigdalitis, sinusitis y bronquitis.
Se estima que el 30 al 50% de las prescripciones de antibióticos son innecesarias y que estos medicamentos "especiales" deberían ser prescritos después de una prueba rápida de orientación diagnóstica (Trod). Además, el tratamiento nunca debería prolongarse sin una nueva opinión médica.
2- Continúe su tratamiento con antibióticos hasta el final.
Otro error frecuente consiste en detener el tratamiento antibiótico tan pronto como uno se siente un poco mejor. Pero hay que saber que los antibióticos destruyen primero las bacterias más sensibles.
Si interrumpe su tratamiento antes de tiempo o toma dosis insuficientes, deja el campo libre a las bacterias más peligrosas: superbacterias que transmitirán su resistencia a las bacterias vecinas.
Ahora bien, son estas superbacterias las que amenazan a las personas debilitadas por una enfermedad crónica o hospitalizadas para una operación banal.
3- Priorice la leche, los huevos y la carne orgánicos.
Los productos orgánicos le garantizan condiciones de cría respetuosas con los animales. Es mejor para el bienestar animal, pero también para la salud humana.
La concentración de animales estresados por las condiciones de cría intensiva favorece la proliferación de los microbios y obliga a los criadores a utilizar dosis masivas de antibióticos, en un 80% de los casos de forma preventiva.
Las bacterias se vuelven resistentes en el intestino de los animales. Cuando los gérmenes resistentes se desarrollan en las granjas, pueden ser transmitidos al ser humano, comenzando por el propio criador (por contacto directo) pero también al consumidor (a través de los alimentos). En cambio, en la agricultura orgánica, los criadores privilegian los tratamientos por fitoterapia.
4- Devuelva sus medicamentos no utilizados a la farmacia.
Si arrojas antibióticos a la basura o al inodoro, pueden contaminar los acuíferos, los campos y los océanos. Pueden entrar en contacto con animales que consumimos (como los peces) y amplificar el fenómeno de resistencia de las bacterias.
La solución para evitar esta contaminación es simple: devolver los medicamentos empezados a la farmacia para que sean reciclados sin riesgo por canales específicos.
5- Limite los desinfectantes y pesticidas en el hogar.
También se ha demostrado que el uso excesivo de desinfectantes y biocidas como los pesticidas contribuye a que las bacterias se vuelvan resistentes. Para sanear su casa, es mejor optar por soluciones ecológicas.
En caso de epidemia, los gestos de prevención más simples son también los más efectivos:
- ventilar su casa.
- lavarse bien las manos.
En lugar de comprar productos de limpieza desinfectantes, recuerde que la higiene estricta de las manos es la mejor defensa contra las bacterias (incluidas las bacterias resistentes) tanto en el hospital como en casa.