¿Has oído hablar de los peligros de la tanorexia? Este término y la adicción que describe son en gran medida desconocidos para el público en general. Sin embargo, esta forma de dependencia al bronceado puede tener graves consecuencias para la salud. Te propongo descubrir esta sorprendente adicción al sol en 5 preguntas.
1- ¿Qué es la tanorexia?
El término tanorexia no es muy común. Y sin embargo, designa una adicción bien conocida por los médicos y dermatólogos.
Esta palabra, que deriva del verbo tan, "broncear" en inglés, designa la adicción al bronceado cutáneo. También se habla de adicción al sol o de bronceomanía.
2- ¿Cuáles son los síntomas de la tanorexia?
Como otras formas de adicción, la tanorexia modifica el comportamiento de las personas que la padecen. Se traduce en la necesidad compulsiva de exponerse al sol o, durante el período invernal, de realizar sesiones de bronceado artificial en las cabinas UV de los institutos de belleza.
Los médicos consideran que una persona es tanoréxica cuando su necesidad de exponerse al sol se convierte en una prioridad en su vida cotidiana. Concretamente, las personas que sufren de bronzomanía:
• organizan su horario de manera que puedan broncearse varias veces al día.
• multiplican las sesiones de bronceado natural o artificial sin importarles los riesgos para su salud.
• pueden mentir, robar dinero o contraer un préstamo para financiar sus sesiones de bronceado en el instituto.
Esta adicción al sol comparte varios síntomas comunes con otras formas de dependencia:
• el uso excesivo del sol o de las cabinas UV a pesar de conocer los riesgos para la salud.
• el deseo irrefrenable de broncearse sin importar las consecuencias sociales o físicas de este comportamiento.
• la pérdida de control que puede llevar a la persona a mentir y robar.
• la necesidad de aumentar las dosis, en este caso la frecuencia e intensidad de la exposición al sol, para obtener efectos comparables a los sentidos al principio.
3- ¿Quiénes están afectados por la adicción al bronceado?
Según las estadísticas médicas, la tanorexia afecta más a las mujeres que a los hombres.
Afecta principalmente a mujeres jóvenes, entre 25 y 40 años, que prestan mucha atención a su apariencia física y a menudo sufren de dismorfia (es decir, una percepción distorsionada de su propio cuerpo). En el caso de la bronzomanía, estas mujeres siempre se encuentran demasiado pálidas...
También existe, en esta adicción al sol, una forma de mimetismo conductual entre madre e hija. Los investigadores han establecido que una joven tiene tres veces más riesgo de sufrir esta adicción si su madre también es adicta al bronceado.
4- ¿Cuáles son los riesgos de la tanorexia para la salud?
Los médicos son formales sobre los peligros de una exposición excesiva al sol sin protector solar:
• un envejecimiento cutáneo prematuro.
• un riesgo de quemaduras.
• un riesgo aumentado de cáncer de piel tipo melanoma o carcinoma basocelular.
Los dermatólogos también alertan sobre los peligros de las cabinas UV y algunos no dudan en calificarlas como máquinas de cáncer. Las estadísticas son reveladoras. En un estudio de 2018, la agencia de seguridad sanitaria Anses indica que el 43% de los casos de melanoma en jóvenes en Francia pueden atribuirse a “el uso de cabinas de bronceado antes de los 30 años”.
5- ¿Cómo tratar la tanorexia?
Según un estudio estadounidense del Hospital de Boston de 2014, la exposición a los rayos UV desencadena los mismos mecanismos de placer y adicción que los opiáceos. Más específicamente, el hecho de exponerse al sol desencadena la secreción de beta endorfina, una sustancia psicotrópica de la misma familia que la morfina o la heroína.
A la luz de este estudio, se comprende cuán difícil es deshacerse de esta adicción al sol, especialmente porque no existe un tratamiento específico para esta dependencia.
Para deshacerse de esta obsesión por el bronceado y de este comportamiento perjudicial para la salud, es esencial seguir una terapia cognitivo-conductual o TCC: solo un psiquiatra (idealmente especializado en adicciones) puede llevar al paciente a reconocer su adicción, comprender su origen y reducir su exposición al sol.
De hecho, a veces esta adicción oculta otro problema, como TOC, un trastorno de ansiedad o una depresión que requieren un tratamiento médico.