Generalmente es en primavera, cuando sacamos del armario los zapatos abiertos como sandalias o chanclas, que descubrimos el estado de sequedad de nuestros pies. Si sufres de pies secos, con talones agrietados y grietas, te vamos a explicar qué debes hacer para remediarlo.
¿Por qué tenemos los pies secos?
No todos somos iguales ante el problema de los pies secos porque algunas personas tienen una piel más seca que otras. Si tus pies tienden a presentar callosidades y grietas, debes ser particularmente cuidadoso y proporcionarles los cuidados adecuados.
Entre las causas de la sequedad en los pies, también podemos mencionar:
• el frío seco del invierno que reseca la piel.
• los problemas ortopédicos y las deformaciones del pie que aumentan la carga sobre una sola zona y favorecen el engrosamiento de la piel en ciertos lugares.
• el avance en edad, ya que la piel tiende a resecarse a medida que envejecemos.
¿Por qué se agrietan los talones?
Aunque el problema de pies secos se acentúa por el frío en invierno, se pueden tener los talones agrietados todo el año. En esta zona del pie en particular, la sequedad de la piel y las grietas son debidas a los roces con el suelo.
Si tienes la costumbre de caminar descalzo o con chanclas en verano, el contacto directo de tu pie con la arena caliente explica por qué tus talones están dañados. No es de extrañar que la piel termine por secarse y agrietarse ya que hacemos un promedio de 7000 pasos al día.
No solo el pie es una parte del cuerpo muy solicitada a diario, sino que también está desprovisto de glándulas sebáceas en la planta de los pies. Sin embargo, estas glándulas producen el sebo que protege la piel. En los pies, la piel es naturalmente menos hidratada porque la película lipídica es menos importante.
¿Qué hacer para evitar los pies secos?
El primer consejo para evitar los pies secos no se refiere a la elección de sus productos de belleza sino más bien a la elección de su calzado. Las chanclas y todo el calzado que no está sujeto al talón promueven las grietas. ¡Cuidado con las zapatillas! Merecen bien su nombre porque la suela golpea el talón en cada paso.
Para evitar estos pequeños golpes que dañan la piel, es mejor usar sandalias con correas, preferiblemente de cuero. Los materiales sintéticos no son recomendables para el calzado como para los calcetines ya que promueven la transpiración. Sin embargo, la transpiración empeora la sequedad en los pies. Si usa zapatillas o zapatos de senderismo en verano, opte por modelos transpirables y calcetines de algodón.
En cuanto a los cosméticos, hay que evitar jabones y geles de ducha que contengan sulfatos. Prefiera productos de belleza con una composición simple y natural, idealmente jabón sobregraso o aceite de ducha relipidante. Para no agravar la sequedad de la piel, también es necesario evitar usar agua muy caliente y tomar baños de pies con demasiada frecuencia.
Como prevención, revise regularmente el estado de sus pies y aplique crema hidratante tan pronto como note signos de sequedad de la piel. Los podólogos incluso aconsejan aplicar diariamente una crema hidratante en los pies para reforzar la famosa película hidrolipídica que protege la piel de la deshidratación.
¿Cómo tratar los pies secos?
Para tratar pies secos y dañados, una simple crema hidratante no es suficiente. Debe elegir la composición de la crema según el estado de sus pies:
• si sus pies tienen callos en ciertos lugares, es mejor aplicar una crema con base de urea en las zonas donde la piel está engrosada.
• si camina mucho, elija una crema muy hidratante con efecto anti-fricción.
Independientemente del tipo de crema que elija, tenga en cuenta que debe aplicarla al menos una vez al día para que este remedio sea efectivo.
Si sus grietas le causan dolor o si sus pies presentan callosidades dolorosas como callos y durezas, la mejor solución es consultar a un podólogo para que elimine toda la piel muerta. Es más difícil e incluso peligroso hacerlo uno mismo, ya que algunas áreas del pie no son muy accesibles.
En casa, debe evitar usar cuchillas o frotar la piel con una lima o una piedra pómez todos los días. La piedra pómez se utiliza una vez por semana como máximo. Si lo hace más a menudo, empeora el problema de sequedad y engrosamiento de la piel porque elimina su película lipídica. En conclusión: es mejor hidratar los pies todos los días en lugar de limarlos.