¿Alguna vez has probado champús o dentífricos sólidos? Estos productos son a los champús o dentífricos clásicos lo que el jabón en barra es al gel de ducha: una alternativa más ecológica, sin envases de plástico. Ya adoptados por los seguidores del movimiento zero waste, los cosméticos sólidos están empezando a popularizarse gracias a marcas como Lush o Lamazuna. Hemos elaborado una lista de sus ventajas y desventajas para ti.
Desventaja número 1: hay que acostumbrarse.
Si has decidido comprar cosméticos sólidos por convicción ecológica y/o vegana, seguramente te habrás dado cuenta de que su uso requiere una pequeña fase de aprendizaje y adaptación.
Frente a un dentífrico sólido que parece un chupete clavado en un palito o un champú sólido en forma de pastelito acanalado, la primera pregunta que viene naturalmente a la mente es: "¿cómo se utiliza?".
Olvídate del tubo de pasta de dientes colocado en el borde del lavabo o del desodorante con roll-on. Cuando se quiere algo sólido, hay que cambiar los hábitos.
Afortunadamente, las instrucciones de uso de estos cosméticos son más sencillas de lo que parecen. Por lo general, basta con asociarlos con agua para que recuperen una textura similar al producto clásico. Así, simplemente hay que frotar el cepillo de dientes previamente mojado con agua caliente sobre el dentífrico sólido o pasar el desodorante sólido bajo el agua del grifo.
Otra opción aún más fácil: también se puede frotar directamente el desodorante sólido sobre las axilas aún mojadas después de la ducha. En cuanto al champú que parece un jabón, simplemente se frota sobre el cabello bien mojado para que haga espuma.
Desventaja número 2: se necesita equipamiento.
Con los cosméticos sólidos, ¡adiós a los envases, botellas de champú y tubos de pasta de dientes!
El objetivo del cero residuo cero envase es a menudo anunciado por las marcas especializadas, pero esto plantea algunos problemas prácticos para el usuario:
=> ¿Cómo conservar mi producto sólido?
=> ¿Dónde guardarlo para que no se ensucie y/o no se quede húmedo después de usarlo?
=> ¿Cómo transportarlo en un viaje?
Todas las amantes de la belleza preocupadas por el medio ambiente lo saben bien: conciliar belleza y ecología siempre requiere ciertos esfuerzos... En este caso, para pasar de los cosméticos clásicos a los sólidos, necesitarás equiparte mínimamente:
=> un jabonera para colocar tu champú sólido en la ducha
=> una caja (de jabón u otra) para guardar tu desodorante sólido y poder transportarlo en tu neceser
=> un vaso de dientes o cualquier otro frasco pequeño para guardar tu pasta de dientes sólida
¡Ten en cuenta que los que temen a los gérmenes pueden estar tranquilos! Como los productos sólidos no contienen agua, las bacterias no pueden proliferar en ellos. Por lo tanto, puedes conservarlos durante mucho tiempo en tu baño sin miedo a que se estropeen.
Si tienes que llevar tu desodorante o tu champú sólido justo después de usarlo, un pequeño truco consiste en envolverlos en una toalla limpia antes de guardarlos en tu neceser.
¡Finalmente, un poco de ingenio es suficiente para conservar y transportar los productos sólidos sin preocupaciones! Son bastante nómadas y perfectos para viajar en avión (donde las cantidades de líquidos permitidas están limitadas).
Ventaja número 1: son respetuosos con el medio ambiente.
Sin embalaje y generalmente elaborados con ingredientes 100% naturales, los cosméticos sólidos tienen todo a favor en cuanto al respeto al medio ambiente:
=> se ajustan perfectamente a la filosofía de residuo cero y son aún más interesantes ya que el 70% de los residuos de la industria cosmética proviene de los envases.
=> permiten eliminar los frascos de plástico (los más comunes, incluso para los cosméticos orgánicos desafortunadamente...) ya que se venden a granel o en un envase de cartón reciclable.
=> su composición es más natural ya que, al no tener una fase acuosa, los conservantes como el parabenos u otros disruptores endocrinos son innecesarios.
=> están comprometidos: por coherencia en su enfoque ecológico, generalmente son cosméticos veganos y no se prueban en animales.
Además, ocupan poco espacio en el baño una vez que se encuentra el recipiente adecuado para cada uno (ver el párrafo anterior).
Ventaja n°2: son económicos.
Una de las grandes diferencias que notarás si pruebas los cosméticos sólidos es su duración. Al igual que una pastilla de jabón dura mucho más que un frasco de gel de ducha, los productos sólidos duran realmente más que sus equivalentes tradicionales.
En el sitio web de la marca Lamazuna, se puede leer que el champú sólido dura tanto como dos botellas de champú líquido y el desodorante sólido tanto como dos sticks normales.
Al usarlos, te darás cuenta de que estos productos son aún más duraderos y económicos y no desperdiciarás ni una gota (o más bien una migaja ;-))
Ventaja número 3: son eficientes.
Pero, por cierto, ¿son tan eficaces los cosméticos sólidos como los demás? Bueno, sí, si me baso en mi propia experiencia y en las opiniones de las blogueras de belleza. Muy concentrados en activos, estos productos combinan simplicidad y eficacia.
Los desodorantes sólidos en particular resultan más eficaces que la piedra de alumbre o los desodorantes comerciales etiquetados como "libres de sales de aluminio": ¡una verdadera oportunidad para los adeptos a la belleza natural!