Sabías que la ciudad de Londres ha prohibido la publicidad de comida basura en el transporte público desde 2019? Podríamos aprender de este ejemplo porque desde que se tomó esta medida se ha observado una disminución de la obesidad. Prohibir la publicidad de la comida basura tendría un impacto real en las elecciones alimentarias de los ciudadanos y reduciría el riesgo de sobrepeso y obesidad.
El impacto de la publicidad en el consumo
Generalmente subestimamos la influencia de la publicidad en nuestras elecciones de consumo, especialmente cuando se trata de productos alimenticios. Los alimentos de placer, como las hamburguesas, los bocadillos o los dulces, suelen apetecer cuando se exponen en vallas publicitarias en lugares públicos.
Sin embargo, cuando se consumen en exceso, estos alimentos basura favorecen enfermedades como la obesidad y la diabetes.
Para evitar que los consumidores se animen a comerlas, las autoridades británicas han decidido prohibir la publicidad de comida basura en el transporte de Londres desde 2019. Y, en pocos meses, esta sencilla medida ha demostrado su eficacia.
Un efecto positivo en las tasas de obesidad
La prohibición de la publicidad de comida basura en el transporte de Londres ha sido acordada en 2019 por Sadiq Khan, el alcalde de Londres. Cubre el metro, los autobuses, los taxis y una serie de lugares de publicidad exterior, como rotondas y paradas de autobús.
En su momento, se calificó de absurda esta medida dirigida a los alimentos y bebidas con alto contenido en grasa, sal y azúcar, como las hamburguesas con queso, los frutos secos salados y los dulces. Sin embargo, un estudio publicado en julio de 2022 en la revista International Journal of Behavioral Nutrition and Physical Activity demostró que ¡no lo es en absoluto!
Según este estudio realizado por investigadores de la Universidad de Sheffield y la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, la medida ha tenido un impacto positivo en la salud de los londinenses. Desde que entró en vigor la prohibición, el número de pacientes con obesidad ha descendido en casi 100.000 personas en un año en la capital inglesa.
Para llegar a esta conclusión, los investigadores analizaron el peso y las tendencias de las enfermedades en la región mediante cuestionarios, así como las compras semanales de alimentos de 1970 hogares londinenses.
A continuación, compararon estos datos con los de otras personas que viven fuera de Londres, donde la publicidad de comida basura sigue estando permitida.
Prevención eficaz y económica
Según los autores de este estudio, la prohibición de la publicidad de la comida basura tiene la doble ventaja de ser una herramienta de prevención eficaz y barata.
El efecto de esta medida es muy claro. Antes de la prohibición, 2 millones de londinenses eran considerados obesos y 2,7 millones tenían sobrepeso. Un año después, la capital inglesa contaba con 94.867 obesos menos de lo previsto por el National Health Service (NHS), el sistema de salud pública del Reino Unido, y con 49.145 personas menos con sobrepeso.
Los autores del estudio también descubrieron que había 5.000 casos menos de diabetes y enfermedades cardiovasculares de lo esperado. Concluyeron que esta medida "ayuda a las personas a llevar una vida más sana sin que les cueste más".
Ante estos alentadores resultados, la Dra. Chloe Thomas, una de las autoras del estudio, desea ampliar el experimento a todo el país. Según ella, la implantación de esta prohibición en todo el país salvaría vidas y ahorraría dinero al sistema de salud pública. El Reino Unido tiene una de las tasas de obesidad más altas de Europa y le cuesta al NHS 6.000 millones de libras al año.
En diciembre de 2021, el gobierno del Reino Unido anunció nuevas medidas para regular la publicidad de alimentos poco saludables en la televisión, en línea y en las tiendas.