Hay veneno en el pescado. Tal es la alarmante conclusión de un estudio realizado por la asociación Bloom sobre 148 latas de atún provenientes de las diez cadenas de supermercados más grandes de Europa. En un informe publicado a finales de octubre de 2024, esta ONG reveló que todas las latas de atún en conserva que analizó están contaminadas con mercurio. Aquí hay 5 cosas que debes saber sobre este nuevo escándalo sanitario.
1- La asociación Bloom da la voz de alarma
¡Veneno en el atún! Con este mensaje impactante publicado en X, la asociación Bloom y la asociación de defensa de los consumidores Foodwatch alertaron a los consumidores sobre la contaminación del atún enlatado por mercurio.
Este nuevo escándalo sanitario, que estalló en los medios a finales de octubre de 2024, es el resultado de 18 meses de investigación por parte de la ONG Bloom.
La asociación dio la voz de alarma tras analizar 148 latas de atún provenientes de las diez cadenas de supermercados más grandes en Europa, en Francia, Alemania, Inglaterra, España e Italia. De hecho, constató que todas las latas sin excepción están contaminadas por mercurio, una sustancia tóxica peligrosa para la salud humana.
2- El 100 % de las latas de atún en conserva están contaminadas.
Tanto para advertirle de inmediato: ¡es inútil comprar una marca en lugar de otra con la esperanza de escapar de la contaminación del atún con mercurio! Según las pruebas realizadas por un laboratorio independiente para la ONG Bloom, el 100% de las latas analizadas están contaminadas con este metal pesado.
Peor aún, el 10% de las conservas superan la norma actual tolerada para el atún fresco (es decir, 1 mg de mercurio por kilo) y el 57% de las latas analizadas superan el límite máximo más estricto (0,3 mg por kilo) definido para otras especies de peces y considerado como el más protector para la salud humana.
Entre las 148 latas analizadas por la ONG, una marca en particular muestra un contenido récord de metal pesado: el atún Petit Navire. ¡Con 3,9 mg por kilo, contiene 13 veces más que la norma más restrictiva de 0,3 mg/kg!
3- Las normas actuales no son lo suficientemente protectoras.
En el marco de esta investigación, la asociación Bloom denuncia el método utilizado en Europa para fijar los niveles máximos de mercurio en el atún.
Según esta ONG, “los niveles máximos [...] hoy en vigor en Europa han sido establecidos en función de la tasa de contaminación de los atunes constatada y no en función del peligro que representa el mercurio para la salud humana.” El objetivo de la maniobra sería asegurar la venta del 95% de los atunes.
La voluntad de maximizar las ventas, incluso en detrimento de la salud de los consumidores, explicaría por qué el atún se beneficia de una tolerancia máxima al mercurio 3 veces más alta que la de las especies menos contaminadas (1 mg/kg contra 0,3 mg/kg para otros peces como el bacalao, por ejemplo).
Siempre según la ONG Bloom, “debido a los peligros que plantea una ingestión regular de mercurio, incluso en dosis bajas, el conjunto de las latas de conserva que superen la norma de 0,3 mg/kg deberían estar prohibidas para la venta.” En efecto, este metal pesado no es menos tóxico si se ingiere a través del atún en lugar de por medio de otro pescado...
4- El mercurio es una sustancia neurotóxica.
Las revelaciones de la ONG Bloom son escalofriantes cuando se conoce la toxicidad del mercurio para la salud humana y más específicamente para el cerebro y el sistema nervioso…
Este estudio confirma que el atún es uno de los peces más contaminados con metilmercurio, un derivado del mercurio producido en el océano por microorganismos. Se trata de una forma de metal pesado que se concentra en los peces y crustáceos y que luego es fácilmente asimilada por nuestro organismo.
En los seres humanos, esta sustancia tóxica tiene efectos deletéreos sobre el sistema nervioso central, en particular durante el desarrollo intrauterino y en la primera infancia. Puede provocar trastornos del comportamiento y retrasos en el desarrollo en los niños que han estado expuestos durante el embarazo o después del nacimiento.
Ante los riesgos potenciales para la salud humana, se ha lanzado una petición en línea por la asociación Foodwatch: insta a la Comisión Europea a que aplique al atún fresco y en conserva el contenido máximo de 0,3 mg/kg. También exhorta a los grandes distribuidores europeos a retirar las latas de atún de sus estantes, a cesar toda publicidad para este producto y a informar al público en general sobre los riesgos sanitarios implicados.
5- Es posible limitar su exposición al metilmercurio.
Si este nuevo escándalo sanitario le preocupa, sepa que es posible limitar su exposición alimentaria al metilmercurio tomando algunas precauciones.
Según la Anses, el primer gesto de prevención consiste en diversificar las especies de peces que se consumen. De hecho, los grandes peces depredadores situados en la cima de la cadena alimentaria están más contaminados que los peces pequeños.
No se trata de prohibir completamente el pescado de su alimentación, ya que este alimento es beneficioso para la salud, fuente de proteínas y omega 3. Para aprovechar sus beneficios sin exponerse demasiado al mercurio, aquí están las recomendaciones oficiales de la Anses para los adultos:
• consumir pescado dos veces por semana como máximo.
• variar los pescados consumiendo un pescado graso rico en omega 3 (como el salmón, la sardina, la caballa o el arenque) y un pescado magro (como la merluza, el abadejo, el bacalao o el lenguado).
• diversificar las especies de peces y los lugares de abastecimiento, alternando entre pescado salvaje y de cultivo y variando los lugares de pesca.
Las personas en riesgo, es decir, las mujeres embarazadas o lactantes y los niños menores de 3 años deben limitar su consumo de atún y otros peces depredadores que pueden estar altamente contaminados. Entre los peces depredadores se encuentran la bonite, la raya, la dorada, el lubina o róbalo, el rape, el emperador, el fletán y el lucio.
Según un informe del Instituto de Investigación de la Biodiversidad de septiembre de 2023, el eglefino y el salmón son las dos especies de peces que presentan menos mercurio y, por lo tanto, pueden consumirse sin restricciones particulares.