El anacardo es un pequeño fruto seco cuyos principales países productores se encuentran en el sudeste asiático y en África. Además de su textura crujiente y su sabor delicioso, este fruto es una mina de beneficios para la salud y posee múltiples usos en la cocina. Aquí hay 5 cosas sorprendentes que probablemente no sabes sobre los anacardos.
1- El anacardo es una curiosidad botánica.
Si se pregunta por qué los anacardos cuestan mucho más que los cacahuetes, por ejemplo, sepa que son más difíciles de producir. Provienen de un árbol originario de Brasil, el anacardo, pero no basta con recogerlos de las ramas como las nueces de Grenoble o las almendras.
El anacardo es una verdadera curiosidad en el mundo natural. No se encuentra dentro del fruto de este árbol, un fruto amarillo en forma de pera llamado anacardo, sino que está adherido a su extremo y protegido por una cáscara muy dura.
La mayoría de las veces, los países africanos que cultivan los anacardos exportan las nueces crudas a la India, Vietnam o Brasil, donde estas nueces son clasificadas y descascarilladas. Todo este proceso es largo y tiene un costo elevado.
2- El anacardo es uno de los frutos secos menos grasos.
Como todos los frutos secos, el anacardo es un alimento bastante calórico. Aporta en promedio 630 calorías por 100 g. Por eso se recomienda no comer más de 30 g al día, es decir, alrededor de quince nueces.
A pesar de todo, en la categoría de los oleaginosos, los anacardos son, junto con los pistachos, los frutos secos que contienen menos lípidos.
También son una buena fuente de proteínas (20 g por 100 g) y aportan casi tanto como las almendras y los cacahuetes.
3- El anacardo es una mina de beneficios para la salud.
Los anacardos son una fuente de grasas buenas: son ricos en ácidos grasos insaturados o, más específicamente, en ácidos grasos monoinsaturados beneficiosos para la salud del sistema cardiovascular.
Contienen numerosos nutrientes buenos para la salud ya que también aportan proteínas vegetales, fibra dietética, vitaminas del grupo B, antioxidantes y minerales como el magnesio, el cobre y el fósforo.
Gracias a su contenido en magnesio y en vitaminas B6, B9 y B12, este fruto contribuye al buen funcionamiento del sistema nervioso. Este cóctel de nutrientes ayuda a combatir los efectos del estrés y a mejorar la calidad del sueño.
Finalmente, su contenido en proteínas vegetales le confiere un efecto saciante interesante en el contexto de una dieta. En los mayores, este tentempié sano y proteico contribuye al mantenimiento de la masa muscular.
4- El anacardo se utiliza mucho en la cocina vegana.
El anacardo es un alimento cada vez más demandado en el mundo. Su éxito se explica principalmente por la creciente popularidad de la dieta vegana entre los jóvenes y los defensores de la causa animal.
De hecho, este oleaginoso es muy utilizado en la cocina vegana para reemplazar la crema o el queso fresco. Basta con remojar los anacardos en agua durante al menos 4 horas y luego triturarlos, para obtener una base cremosa que puede ser consumida salada o dulce.
Estos frutos secos son el ingrediente base del queso vegetal o "fauxmage", generalmente sazonado con jugo de limón, pimienta y hierbas finas como cebollino u orégano. Utilizados enteros, estos frutos un poco torcidos son muy apreciados por vegetarianos y veganos en mezclas de semillas o en un granola casero…
Y por supuesto, son imprescindibles en algunas especialidades asiáticas como el pollo con anacardos, donde su textura crujiente y su sabor ligeramente dulce contrastan bien con las verduras y la salsa de soja.
5- Esta pequeña fruta no es la única parte interesante del anacardo.
Como les explicamos anteriormente, el anacardo es un árbol sorprendente. En el extremo de los anacardos, la valiosa nuez de marañón está protegida por dos cáscaras que contienen una resina cáustica: el bálsamo de marañón.
El bálsamo de marañón puede provocar graves quemaduras al momento de descascarar los frutos, lo que hace que esta operación sea delicada. Pero esta resina también tiene ventajas, ya que posee numerosos usos industriales.
Esta sustancia incluso interesa a la industria cosmética porque investigadores sudafricanos la han utilizado para desarrollar un filtro UV natural y biodegradable. Si se confirma su eficacia, compuestos derivados del bálsamo de marañón podrían algún día reemplazar los ingredientes provenientes de la petroquímica en su protector solar.