Condimento utilizado en la cocina mediterránea desde la Antigüedad, la alcaparra tiene una apariencia y sabor sorprendentes. Si te preguntas de dónde vienen estas pequeñas bolitas con sabor ácido, aquí está todo lo que necesitas saber sobre las alcaparras en 5 preguntas.
Aunque parezcan pequeñas bolas del tamaño de los granos de pimienta, ¡las alcaparras no son semillas sino botones florales!
La planta que produce este condimento es el alcaparro común o Capparis spinosa, un arbusto que crece de forma silvestre en toda la cuenca mediterránea y puede alcanzar los 50 cm de altura.
Los botones florales de esta planta se recolectan aún cerrados y luego se confitan en sal y vinagre para preparar las alcaparras. En el comercio, estos condimentos se clasifican según su calibre. ¡Recuerda que las más pequeñas son también las mejores!
No hay que confundir la alcaparra, que es el botón floral sin florecer de la planta, y el câpron, que es el fruto del alcaparro. Se trata de dos partes distintas de la planta, aunque se preparan y consumen de manera similar.
Al natural, las alcaparras tienen un sabor agrio y son demasiado amargas para ser comidas tal cual. Al igual que las aceitunas negras o verdes, deben ser preparadas en salmuera antes de poder ser consumidas.
Después de haber macerado en una salmuera con vinagre, presentan un sabor a la vez salado y acidulado. Por lo tanto, se utilizan con moderación, como condimento, para realzar ciertas salsas y platos.
Si tienes una planta de alcaparra común en tu jardín, puedes considerar la posibilidad de recolectar los botones de las flores y preparar tus propias alcaparras caseras. La cosecha se realiza durante los meses de julio y agosto.
Para contrarrestar su amargor natural, primero hay que remojarlos en sal durante 24 horas y luego enjuagarlos.
El siguiente paso de la receta consiste en preparar una mezcla compuesta por 3/4 de agua, un cuarto de vinagre y un 10% de sal y llevar esta salmuera a ebullición.
Solo queda poner los botones florales en un frasco con la salmuera y esperar. Los frascos se conservan a temperatura ambiente y se colocan en el refrigerador después de abrirlos.
Con su sabor ácido y muy fresco, las alcaparras combinan perfectamente con especialidades francesas como el steak tartare y la raya con mantequilla negra. También se utilizan en la preparación de salsas para pescado o carne, como la lengua de res y las parrilladas. Por último, se pueden utilizar para dar sabor y decorar platos de pescado o ensaladas compuestas como ensalada de patatas y ensalada de pasta a la griega.
A pesar de su pequeño tamaño, las alcaparras son concentrados de nutrientes. Son interesantes por su riqueza en vitaminas A, B y C, minerales y antioxidantes de la familia de los flavonoides.
Pobres en calorías, aportan sólo 54 calorías por 100 g, pero contienen magnesio, calcio y potasio.
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