Fruta tropical muy apreciada en el sudeste asiático, el durián es también un alimento muy divisivo. A algunos les encanta y lo veneran como el rey de las frutas, pero otros lo odian por su sabor y, sobre todo, ¡por su olor! He aquí 5 datos insólitos sobre esta fruta exótica que no deja indiferente a nadie.
1- En Asia, esta fruta es tan venerada como odiada
El durián es el fruto de un gran árbol de la familia de las Bombacáceas que puede alcanzar los 40 m de altura. Sin embargo, el tamaño del árbol y del fruto no es lo más destacable.
El primero de los 5 datos insólitos sobre el durián es que en el sudeste asiático, esta extraña fruta cubierta de espinas es soñada como 'el rey de las frutas'. De hecho, sólo se cultiva en esta parte del mundo. El principal país exportador es Tailandia, pero ni siquiera allí goza de una aprobación unánime.
Por mi parte, cuando probé esta fruta tan emblemática del sudeste asiático, su olor no me disgustó, pero su textura y su sabor me parecieron extraños.
La textura más bien grasa me recordó al foie gras mientras que el sabor me recordó a una mezcla de fruta dulce y champiñón, con una nota umami.... Como puede ver, el descubrimiento de esta fruta es una experiencia inolvidable, ¡pero difícil de describir!
2- Los aficionados están dispuestos a pagar caro
Desde fuera, el durián no es muy atractivo porque huele mal y parece el huevo de una criatura alienígena. Se presenta en forma de un gran fruto verde, esférico o alargado, pero siempre cubierto de espinas de 1 cm de longitud.
Los durians pueden pesar entre 1,5 y 4 kg, pero sólo se come el interior del fruto (el arilo). Esta parte blanda y carnosa es de color blanco a amarillento, según la variedad. Es la parte que atrae todas las codicias porque es dulce y cremosa cuando la fruta está completamente madura.
En este punto, los gustos de los asiáticos divergen porque a los tailandeses les gusta comer esta fruta bastante firme (cuando aún no está demasiado madura ni huele mal), mientras que los malayos e indonesios la prefieren cuando está completamente madura (¡cuando su pulpa es más blanda y su olor, por desgracia, más pronunciado!).
En los restaurantes especializados del sudeste asiático, esta fruta tan especial es relativamente cara en comparación con otras frutas exóticas. En cuanto al durián, los tenderos distinguen entre varias variedades más o menos apreciadas y el precio sube y baja. Hay que estar dispuesto a pagar una cierta cantidad de dinero para degustar los mejores ejemplares.
3- Está prohibido en el transporte público
El tercero de los 5 datos insólitos sobre el durián es que esta fruta está prohibida en el transporte público. En Malasia, por ejemplo, se pueden ver señales de prohibido el paso en el metro con esta fruta tachada.
¿Es necesario señalar esto? Si los durians están prohibidos en los lugares y transportes públicos, no es por sus espinas, sino por su hedor...
Este olor fuerte y penetrante recuerda al de la cebolla, debido a los compuestos azufrados que contiene la fruta.
4- Los científicos han desvelado los secretos de su hedor
En 2017, científicos singapurenses fueron noticia al anunciar que habían desentrañado los secretos del olor de los durians.
Tras estudiar el genoma de la fruta, identificaron los genes causantes de su hedor. Debido a varios de sus genes, esta fruta produce un exceso de un compuesto químico volátil sulfuroso que recuerda a la trementina, a las cebollas ¡y al olor de una papelera!
Como la naturaleza está bien hecha, este olor nauseabundo no carece de utilidad: sirve para atraer a los animales para que consuman el fruto y dispersen sus semillas.
Esta investigación podría permitir algún día crear nuevas variedades de durián con un olor más suave...
5- Se le atribuyen propiedades medicinales y afrodisíacas.
En el sudeste asiático, los durians se adoran frescos cuando están en temporada, pero también en forma de pasteles y helados.
El último de los 5 hechos insólitos sobre el durián es que partes de la planta se utilizan en la medicina tradicional para tratar a humanos y animales.
Los asiáticos la consideran una cura milagrosa para los dolores de cabeza y los trastornos del sueño. Hay que decir que en Asia esta fruta tiene un estatus cultural muy especial y a veces es objeto de una forma de culto.
Y lo que es aún más sorprendente, a esta fruta tan especial se le atribuyen virtudes afrodisíacas... ¡pero este último punto aún no ha sido demostrado por la ciencia!