Cada verano, cuando sube el termómetro, los amantes del té sueñan con tés helados deliciosos, refrescantes y que calmen la sed. Pero no siempre es fácil hacer té helado casero a la temperatura adecuada y perfectamente elaborado. Para aquellos que todavía lo están intentando, aquí hay 4 métodos para probar.
Método 1: infusión caliente con enfriamiento en la nevera
El primer método para hacer tu propio té helado es preparar las hojas o bolsas calientes, como es habitual, y luego dejar que la bebida resultante se enfríe.
La principal ventaja de este método es que no altera sus hábitos, ya que sólo tiene que preparar su infusión como lo haría normalmente:
1- Elige un té que te guste, por ejemplo entre los tés helados ecológicos de Kusmi Tea.
2- Medir las hojas o bolsas como de costumbre.
3- Ajusta la temperatura del agua en función de si utilizas té negro, blanco o verde.
4- Simplemente duplique el tiempo de preparación para que su bebida sea un poco más fuerte de lo habitual. De hecho, cuando se sirve frío, debe ser un poco más fuerte para no perder su sabor.
5- Colar la bebida y dejarla enfriar, primero a temperatura ambiente y luego en la nevera, idealmente durante toda la noche.
Como puedes ver en el último paso, el mayor inconveniente de este método es que toma tiempo. Para enfriar los tés elaborados en caliente, se necesitan varias horas.
Método 2: Cerveza caliente enfriada con cubitos de hielo
Para remediar el problema del método número 1, puedes probar un segundo método mucho más rápido.
El método número 2 para hacer tu Té helado casero consiste en preparar las bolsitas o las hojas calientes, y luego enfriar la bebida resultante con cubitos de hielo colocados en una jarra o directamente en tu vaso.
Estos son los pasos a seguir:
1- Utilice el té de su elección pero doble la dosis habitual para preparar una infusión concentrada.
2- Adapta la temperatura del agua y el tiempo de infusión según la variedad de té que hayas utilizado.
3- Llenar una jarra o vasos con cubitos de hielo.
4- Lo único que tienes que hacer es verter la infusión caliente sobre los cubitos de hielo. Los cubitos de hielo enfriarán la bebida y equilibrarán el sabor al derretirse.
Método 3: Infusión o maceración en frío
El siguiente método para hacer tu Té helado casero no es propiamente una infusión, sino una maceración, ya que utiliza agua a temperatura ambiente.
Consiste en dejar macerar las hojas o bolsas en contacto con agua fría para extraer los sabores.
Este método número 3 de infusión en frío requiere tiempo: se necesitan entre 6 y 8 horas de maceración para un té verde o blanco y entre 8 y 12 horas para un té negro.
Este es el método que hay que seguir paso a paso:
1- Utilice el agua más pura posible, es decir, agua de manantial o agua filtrada.
2- Verter en una jarra agua a temperatura ambiente.
No utilice agua ya helada, ya que es menos probable que los sabores se liberen en un líquido muy frío.
3- Añadir las hojas o sobres, aumentando la dosis habitual si se quiere ahorrar tiempo de maceración.
4- Colocar la jarra en el refrigerador y esperar.
Con este método de elaboración en frío, el Té helado no desarrolla ningún amargor o astringencia.
La bebida resultante también está casi completamente libre de teína, lo que puede ser interesante para los niños y las mujeres embarazadas que no deben consumirla.
Método 4: infusión en frío con cubitos de hielo
El método número 4, que nos llega desde Japón, se llama koridashi y consiste en infusionar té sobre hielo. Si tienes tiempo, ¡el Koridashi es uno de los métodos más bluff para hacer tu propio té helado casero!
Lo bueno de este método es que no requiere ni hervidor ni tiempo en la nevera.
Este método de elaboración lenta con cubitos de hielo también reduce el amargor y la astringencia de la bebida.
1- Prepara una gran cantidad de cubitos de hielo, a ser posible con agua de manantial o agua filtrada.
2- Utiliza té suelto, empleando la misma cantidad que de costumbre o algunas hojas más si quieres una bebida con cuerpo.
3- Llena una jarra grande con cubitos de hielo, espolvoreándolos con hojas de té a medida que los llenas.
4- Simplemente espera a que el hielo se derrita. La fusión de los cubitos de hielo es lo que da al Koridashi su sabor único.
5- ¡Sólo tienes que colar la bebida y disfrutar!