Para muchos jóvenes o adultos en proceso de reconversión profesional, convertir una pasión en una profesión parece una forma ideal de realizarse profesionalmente. A dos de cada cinco franceses les gustaría convertir una pasión en una actividad profesional. Sin embargo, amar tu trabajo con pasión no está exento de peligro. Te explicamos los riesgos de un trabajo apasionado.
Cuando amas, no cuentas
Cuando se trata de orientar la carrera, se suele citar el dicho del filósofo Confucio: "Elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un día de tu vida".
De hecho, un trabajo de pasión puede definirse como una actividad que no se percibe como un trabajo. Para muchos, apasionarse por lo que se hace hasta el punto de no sentir el esfuerzo que supone es una garantía de realización profesional.
Sin embargo, hacer de tu pasión tu trabajo no sólo tiene lados buenos. Como dice otro conocido refrán, "cuando se ama, no se cuenta".
¡En el ámbito profesional, no se cuentan las horas y ese es el problema! El primer riesgo de un trabajo apasionado es hacer muchas horas extras, a veces no remuneradas.
¿Por qué esta pasión profesional es potencialmente tóxica?
Al igual que la pasión por el amor, la pasión profesional puede convertirse rápidamente en algo abrumador. Cuando tienes un trabajo que amas con pasión, no es sólo "un trabajo" y es más difícil poner límites.
También hay que señalar que esta pasión desbordante no está reservada a determinados ámbitos como el mundo de la salud, el deporte, la enseñanza o las profesiones artísticas o asociativas.
Cualquiera puede estar atrapado en una relación apasionada y tóxica con su trabajo, siempre que ame lo que hace.
¿Cuál es el inconveniente?
Por supuesto, tener un trabajo apasionado tiene sus cosas buenas. Este suele ser el único aspecto que se ve cuando se sueña con convertir una pasión en una profesión.
Poder utilizar sus habilidades, sentirse autónomo y en su lugar contribuye al bienestar del trabajador, ya sea por cuenta propia o ajena. Hacer algo que te gusta también te permite encontrar el sentido de tu trabajo.
Pero, por otro lado, un trabajo de pasión conlleva varios riesgos que no se deben pasar por alto:
- el riesgo de trabajar muchas horas en detrimento de su salud, sin siquiera darse cuenta
- el riesgo de ser explotado por su jerarquía y/o de encontrarse en una situación económica precaria
- el riesgo de ser cada vez más exigente con uno mismo
- el riesgo de favorecer sistemáticamente la propia pasión en detrimento de la vida personal y familiar.
Por las diversas razones expuestas, trabajar en un empleo emocionante aumenta el riesgo de sufrir un burnout de la noche a la mañana.
Otro gran peligro sería ver que tu trabajo invade tu vida personal y familiar, hasta que toda tu existencia se reduce a tu pasión profesional. Para evitarlo, es esencial establecer límites entre tu vida profesional y privada.
Dígase a sí mismo que puede amar su trabajo, comprometerse con él y ser un excelente profesional sin que su trabajo se convierta en una obsesión y altere el equilibrio entre su vida laboral y personal.
Además, tu pasión no debe llevarte a aceptar una situación profesional y económica precaria. Si la estabilidad de tu trabajo no está garantizada y/o no ganas lo suficiente, es mejor que busques un trabajo estable en otro sitio, incluso un trabajo "alimenticio", y que hagas la actividad que te apasiona en tu tiempo libre.
Por último, si sueñas con una reconversión profesional en un campo que te apasiona, ten en cuenta que la pasión por sí sola no es suficiente para hacer viable tu proyecto profesional.
Para poner todas las posibilidades de tu lado, puede que tengas que aceptar volver a formarte, en particular para aprender a gestionar la parte contable y administrativa inherente a cualquier proyecto empresarial.