Quizás ya hayan oído hablar de la tendencia de la vida lenta que consiste en desacelerar el ritmo diario para ser más felices. Pero, ¿sabían que esta filosofía de la lentitud se puede aplicar en todos los ámbitos de la vida, incluido el mundo laboral? Les proponemos descubrir el concepto de negocio lento en 5 preguntas.
¿Qué es el slow business?
Por lo general, se asocia el mundo laboral y empresarial con las nociones de rentabilidad y rapidez. En contracorriente de este ritmo a veces frenético, el slow business aboga por una gestión más libre del tiempo en el trabajo, con el fin de mejorar la eficiencia y el bienestar de los empleados.
Sin embargo, es preciso señalar que esta organización del trabajo, también llamada slow emprendimiento, no tiene como objetivo ralentizar la actividad de la empresa. La idea es ser siempre tan productivo y eficaz, pero adoptando un ritmo más flexible y permitiéndose descansos.
2- ¿De dónde proviene la noción de slow business?
Como otros aspectos de la tendencia slow, el slow business surgió como reacción a la frenesí que impera en nuestras sociedades.
El mundo laboral es particularmente sensible a los dictados de la rapidez y la productividad, con consecuencias a veces deletéreas para la salud de los empleados. El cansancio, el estrés y el burn out siguen siendo demasiado comunes en las empresas, de ahí el interés de cambiar de ritmo y de modelo.
3- ¿Por qué adoptar el slow business?
A diferencia de lo que se podría temer, el slow business no perjudica el rendimiento de la empresa. Generalmente ocurre lo contrario, ya que empleados más relajados también son más productivos.
Esta organización del trabajo también tiene la ventaja de evitar el burnout y permitir un mejor equilibrio entre la vida profesional y la vida personal. En resumen, reducir el ritmo mejora el bienestar en el trabajo y permite darle más sentido a lo que se hace.
¿Cuáles son los principios del slow business?
El slow business se basa en los dos principios fundamentales de desaceleración y desintoxicación.
La desaceleración consiste en reducir el ritmo o más bien en adoptar nuevos ritmos, para ser reactivo y rápido cuando es necesario y disfrutar de los beneficios de la lentitud el resto del tiempo. Alternando reactividad y desaceleración, esta forma de trabajar evita agotarse y que la actividad profesional se vuelva tóxica.
El concepto de desintoxicación es otra faceta esencial de esta filosofía. Consiste en eliminar del entorno los elementos perturbadores relacionados con las tecnologías modernas como las llamadas, las redes sociales y los mensajes por correo electrónico o SMS.
Si no se gestiona bien el flujo de toda esta información y se pasa el tiempo pegado al smartphone, estas tecnologías, aunque útiles, interrumpen los periodos de trabajo. Se convierten en fuentes de distracción que perjudican la concentración y la eficacia de los empleados. Por eso, el slow entrepreneuriat aboga por trabajar por bloques temporales, dedicando ciertos horarios a la producción y otros, bien delimitados, a la gestión de llamadas y mensajes.
5- ¿Cómo implementar el slow business en su empresa?
El slow business no consiste en trabajar menos sino en trabajar mejor al establecer nuevas reglas.
Concretamente, esta organización del trabajo puede traducirse en:
• La posibilidad para los empleados de tomarse varias pausas cortas a lo largo del día.
• La organización del trabajo por bloques temporales, con el fin de no realizar múltiples tareas al mismo tiempo y de no consultar correos electrónicos o el smartphone cada 5 minutos.
• Una mayor autonomía otorgada a los empleados a través del teletrabajo o horarios flexibles, para que las tareas se realicen dentro de un plazo establecido pero sin estrés innecesario.
• El establecimiento de límites claros en cuanto a horarios, para que la jornada laboral no invada la vida privada.
• La búsqueda de estrategias para gestionar mejor el tiempo en el trabajo, como el método Pomodoro o la automatización de las tareas más consumidoras de tiempo.
Por supuesto, los puntos enumerados anteriormente son solo pistas de reflexión. Corresponde a cada empresa analizar sus ritmos de trabajo y adaptar los principios del slow entrepreneurship a sus propias actividades.
Esta organización, que supone dejar que cada empleado trabaje a su propio ritmo, se basa en la confianza. Esto puede preocupar a algunos gerentes o jefes de empresa, pero los hechos demuestran que la confianza otorgada da sus frutos.
Los empleados menos estresados están ausentes con menos frecuencia. También son más creativos, más eficientes y más leales a su empresa. Todas son buenas razones para replantear su negocio en modo slow.