Generalmente se piensa que la silla de ruedas es incompatible con la práctica de la danza. Pero eso es falso. La bailarina israelí Tomer Margalit lo demostró de manera brillante durante la ceremonia de apertura de los Juegos Paralímpicos de París 2024. Para todos aquellos que quedaron impresionados por su actuación y/o que tienen ganas de bailar a pesar de su discapacidad, aquí hay 5 cosas que saber sobre la danza en silla de ruedas.
La danza en silla de ruedas es un deporte adaptado que se dirige a las personas en silla de ruedas. Consiste en practicar diferentes tipos de danzas (como las danzas latinas, los bailes de salón o la improvisación) adaptándolas a las capacidades motoras de la persona.
Además, la danza en silla de ruedas no es más que una de las posibles formas de danza adaptada. En las residencias para personas mayores, por ejemplo, también se ofrecen a los residentes clases de danza en silla o danza sentada especialmente diseñadas para los mayores.
El baile en silla de ruedas puede tomar diferentes formas, dependiendo del tipo de baile practicado (en solitario, en pareja o en grupo) y del grado de discapacidad de las personas que lo practican.
Pero siempre se basa en el mismo principio: la idea de que todo el mundo puede bailar, independientemente de su discapacidad y sus limitaciones físicas.
La noción de adaptación está en el corazón de esta práctica. Algunos talleres de baile en silla de ruedas, como los propuestos por la compañía Dana con sede en Rennes, dejan un gran espacio a la improvisación para que cada participante pueda moverse a su manera y sin complejos.
El baile en silla de ruedas también tiene la particularidad de mezclar a los bailarines en silla con bailarines sin discapacidad. En los bailes de pareja, se puede ver bailar a dos compañeros en silla de ruedas o bien un dúo compuesto por un compañero en silla y un compañero sin discapacidad.
La bailarina israelí Tomer Margalit, que baila con su compañero sin discapacidad Orel Chalaf, ofreció una formidable demostración ante los ojos del mundo durante la ceremonia de apertura de los Juegos Paralímpicos de París 2024. Su actuación fue, de hecho, una de las más destacadas de esta ceremonia, donde todos los cuerpos estaban representados.
¡No necesitas ser un campeón de baile adaptado como Tomer Margalit para cruzar la puerta de un club de baile! Incluso si tienes una discapacidad física, tienes derecho a bailar y esto podría hacerte mucho bien.
El baile en silla de ruedas aporta numerosos beneficios a las personas con discapacidad porque les permite:
• mejorar su condición física, de manera similar a una rehabilitación pero mucho más divertida ;-) Esta actividad mejora tanto la postura, la coordinación de los movimientos y la memoria.
• ganar destreza y autonomía gracias a un mejor uso de su silla de ruedas.
• ganar confianza en sí mismos y desarrollar una mejor imagen de sí mismos.
• luchar contra su aislamiento social, gracias a la práctica del baile en pareja o en grupo.
Como deporte de grupo practicado con música y en un ambiente alegre, el baile en silla de ruedas también tiene un impacto considerable en el bienestar de quienes lo practican. Generalmente, aporta a las personas con discapacidad un gran sentimiento de libertad y les hace redescubrir el placer de moverse.
El baile en silla de ruedas fue inventado en Suecia en 1968. Más de cincuenta años después, sigue siendo ampliamente desconocido para el gran público, aunque la ceremonia de apertura de los Juegos Paralímpicos de París 2024 permitió promoverlo.
Hasta la fecha, el baile en silla de ruedas no forma parte de los deportes paralímpicos. A pesar de ello, es el Comité Paralímpico Internacional quien preside las competiciones internacionales en esta disciplina. De hecho, existen campeonatos de Europa y campeonatos del mundo que se organizan cada dos años.
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