A cualquier edad, la natación es un excelente deporte para la salud. Pero para disfrutar de sus beneficios y evitar lesiones, es necesario realizar los movimientos técnicos correctos. Aquí tienes algunos consejos prácticos para mejorar tu técnica en los diferentes estilos de natación.
Nadar estilo braza
La braza es a menudo el primer estilo de natación que se aprende. Si bien se considera el más fácil, no se limita a "hacer la rana".
Para mejorar tu técnica, no olvides los siguientes puntos:
• tus movimientos de brazos y piernas deben ser simétricos, es decir, idénticos y simultáneos en ambos lados
• el movimiento de ambos brazos debe realizarse en el agua sin pasar la línea de los hombros
• la respiración debe estar coordinada con tus movimientos: al tirar de los brazos, saca la cabeza del agua para inspirar, luego exhala en el agua cuando estires los brazos
• al final del movimiento, haz una pausa con los brazos juntos y el cuerpo bien alineado.
Cuando se practica correctamente, la braza es un estilo de natación muy completo que desarrolla los músculos de los brazos y los hombros, así como los de los muslos y las nalgas.
Principalmente solicita los músculos de la parte inferior del cuerpo, ya que el 70% de la fuerza propulsora proviene de las piernas y es un deporte de resistencia beneficioso para el sistema cardiovascular.
Atención: este estilo de natación no se recomienda para personas que sufren de dolor lumbar o problemas articulares en las caderas y rodillas.
Nadar de espalda
El estilo de espalda no solo fortalece la espalda y flexibiliza los hombros, sino que también corrige las curvaturas dorsales demasiado pronunciadas (como la lordosis y la cifosis).
Como en todos los estilos de natación de espalda, esta técnica facilita la respiración ya que la exhalación se realiza sin obstáculos.
Para mejorar tu técnica de nado, ten en cuenta los siguientes puntos:
• Tus brazos deben realizar un movimiento circular, primero fuera del agua y luego dentro del agua: tu mano sale del agua a la altura de tu muslo, se extiende hacia atrás detrás de tu cabeza antes de entrar en el agua y volver al punto de partida.
• Gira tu mano para que entre en el agua con el meñique, con la palma de la mano hacia afuera.
• Exhala por la boca y la nariz cuando el brazo entra en el agua y mientras está bajo el agua; inhala cuando el brazo sube y sale del agua.
Para ir recto, recuerda que debes rozar tus orejas con cada movimiento de los brazos y batir los pies regularmente a ras del agua.
Si te encuentras en una posición correcta (con el cuerpo estirado y plano cerca del agua), este estilo de natación alivia los dolores de espalda y las malas posturas como la espalda encorvada o excesivamente arqueada.
Nadar el estilo libre
El crol es el estilo de natación por excelencia. Más difícil de dominar que los estilos anteriores, este estilo requiere una buena flexibilidad de los hombros y una buena coordinación entre los brazos, las piernas y la respiración.
Para mejorar tu técnica de crol:
• En posición horizontal, con la cabeza sumergida, extiende un brazo frente a ti con la palma de la mano plana y luego sumerge la mano en el agua hasta la mitad del muslo; mantén la mano girada hacia atrás hasta que el brazo salga del agua.
• Tu mano siempre debe mantenerse en línea con tu hombro y no desviarse hacia un lado.
• Bate los pies con las piernas bien estiradas; no debes doblar las rodillas.
• Mantén el cuerpo alineado y extendido sobre el agua, incluida la cabeza (excepto al momento de inhalar).
• Para inhalar, gira los hombros y la cabeza hacia un lado pero mantén las caderas rectas.
• Puedes respirar cada 2 tiempos (siempre del mismo lado) o cada 3 tiempos (alternativamente a la derecha y a la izquierda).
El crol tiene la ventaja de esculpir todo el cuerpo y desarrollar la capacidad respiratoria, ya que este estilo te obliga a sincronizar tus movimientos y tu respiración. Si no logras dominar la técnica de respiración, puedes usar un tubo de respiración al principio para disfrutar de los otros beneficios de este estilo de natación.
Hacer la tabla
Aunque no se trata estrictamente de nadar, la tabla también tiene beneficios para la salud. Hacer la tabla ayuda a combatir el miedo al agua al hacer que los principiantes sean conscientes de su capacidad de flotación.
Al igual que el estilo espalda, la tabla ayuda a mejorar la postura y realinear la espalda. Practicada con los brazos y las piernas separadas (como una estrella de mar), es una postura antiestrés ideal para relajarse en el agua y recuperarse en caso de calambres.
Para obtener más información sobre estas diferentes técnicas de natación, puedes consultar el siguiente sitio web.