No siempre pensamos en ello, pero la capacidad de movernos a diario es esencial para mantenernos en forma e independientes el mayor tiempo posible. A medida que envejecemos, el riesgo de caernos y volvernos dependientes aumenta si no nos mantenemos en movimiento. He aquí 5 consejos prácticos para mantener la movilidad con la edad.
1- Actividad física regular
La actividad física es la mejor manera de mantener la movilidad con la edad. La actividad física regular ayuda a mantener la fuerza muscular, la flexibilidad y el equilibrio.
Elija un deporte que le guste para ser constante. Esta actividad no tiene por qué ser intensa para ser eficaz. Puedes optar por actividades físicas adaptadas si tu estado de salud lo requiere o recurrir a los deportes más respetuosos con las articulaciones, como la gimnasia suave y la natación.
Lo ideal, para mantenerse en forma, es que los mayores realicen de 3 a 4 sesiones de actividad física a la semana, de al menos 30 minutos cada una. Lo mejor es unirse a clubes para disfrutar de estas aficiones en grupo. Formar parte de un grupo es una buena forma de aumentar la motivación, pero también la memoria y la moral gracias a la interacción social con otros participantes.
2- Caminar todos los días
Aunque es normal que las capacidades físicas disminuyan con la edad, ¡la dependencia no es inevitable! El segundo consejo para mantener la movilidad con la edad es caminar todos los días.
Caminar es la actividad física más accesible para combatir el sedentarismo. De nuevo, no es necesario ir muy rápido ni muy lejos para disfrutar de los beneficios de esta actividad.
Las personas mayores que caminan son las que mantienen su libertad de movimiento, su salud y su buen humor durante más tiempo. Acepta que puedes moverte tan rápido como puedas, a tu ritmo y en las mejores condiciones para ti, con la ayuda de un bastón si es necesario.
Para motivarse a salir, fíjese un objetivo concreto, por ejemplo, ir a comprar a su barrio o a buscar pan fresco cada mañana... Este paseo diario será aún más agradable y beneficioso, si puede hacerlo en compañía de un amigo/vecino/cuidador.
Y si quieres hacer un poco más deportiva la marcha y fortalecer la parte superior del cuerpo, ¡hazte con unos bastones de marcha nórdica! La marcha nórdica es un deporte completo muy beneficioso, también para las personas mayores.
3- Comer proteínas
Para mantener la movilidad con la edad, por supuesto hay que mantener los músculos mediante la actividad física y la dieta. Para los mayores, se recomienda consumir proteínas en cada una de las principales comidas del día.
Por ejemplo, puedes comer requesón o un huevo cocido en el desayuno, planificar una ración de carne en el almuerzo y una ración de pescado o proteína vegetal en la cena.
Mucha gente no lo sabe, pero la necesidad de proteínas de nuestro cuerpo aumenta con la edad. No dude en consultarlo con su médico de cabecera: si hay una carencia, puede recetarle complementos alimenticios. La oferta de complementos alimenticios en farmacia es muy amplia, pero no te automediques sin el consejo de tu médico.
4- Estar bien equipado
Cuanto mayor se es, más precauciones hay que tomar para poder hacer ejercicio con seguridad.
Para limitar el riesgo de caídas, es muy importante ir bien calzado. Elige zapatos cómodos, como zapatillas deportivas, y escoge los modelos más fáciles de poner y quitar (con velcro en lugar de cordones).
Para sus salidas, lleve ropa holgada y ligera y adapte su equipo a las condiciones meteorológicas añadiendo una gorra o un sombrero los días calurosos y un cortavientos impermeable los días de lluvia.
Lleve preferiblemente una mochila que no sea demasiado grande y esté aislada, ya que este tipo de bolsa es mucho más fácil de transportar que las bolsas de la compra o las bandoleras. Considere también la posibilidad de llevar una pequeña botella de agua o una petaca en la mochila para mantenerse hidratado durante la caminata u otra actividad física.
5- Pida consejo a su médico
Si sientes que tu rendimiento está disminuyendo y tienes menos confianza en tus capacidades físicas y en tu equilibrio, no dudes en hablar con tu médico de cabecera.
Si tienes un problema de salud, tu médico de cabecera puede prescribirte sesiones de fisioterapia o actividad física adaptada (APA). Esta prescripción deportiva está supervisada por un profesional especialmente formado.
Esta actividad física más supervisada te permitirá realizar ejercicios específicos para mantener tu flexibilidad y sentido del equilibrio.