Si piensa que el sedentarismo sólo afecta a una minoría de personas en Francia y que no le preocupa este problema, ¡piénselo de nuevo! Según un estudio de la ANSES, publicado el 15 de febrero, el 95% de los franceses están amenazados por esta plaga. Explicaciones.
La gran mayoría de los franceses están preocupados
En Francia, campañas de prevención como la famosa campaña Manger Bouger intentan concienciar sobre los riesgos para la salud de un estilo de vida sedentario.
Y, sin embargo, parece que demasiados de nosotros seguimos subestimándolos y no alcanzamos los niveles de actividad recomendados para la salud.
De hecho, sería un error no preocuparse por este problema, sólo porque se practica un deporte una o dos veces por semana.
Según un estudio realizado por la ANSES, la Agencia Nacional de Seguridad Alimentaria, Medioambiental y Laboral de Francia, el 95% de los adultos franceses ven su salud amenazada por la falta de actividad física.
La ANSES da la alarma
Según un estudio publicado el 15 de febrero de 2022 (ver enlace más abajo), sólo el 5% de los adultos franceses son lo suficientemente activos físicamente para proteger su salud.
Por lo tanto, es casi toda la población francesa la que está expuesta a un riesgo sanitario debido a su estilo de vida sedentario.
Aún así, según este estudio, el 38% de los adultos están expuestos a más de 8 horas de actividad sedentaria al día, en el trabajo, en el coche, frente al televisor, etc.
Para medir la actividad física de la población y llegar a esta conclusión, la ANSES se basó en dos estudios que había realizado en febrero de 2016 y junio de 2017 entre adultos, excluyendo a las mujeres embarazadas y menopáusicas.
Las mujeres están más expuestas que los hombres
El estudio también ha revelado que las mujeres tienen un mayor riesgo de comportamiento sedentario que los hombres.
De hecho, el 70% de las mujeres está por debajo de todos los niveles de actividad recomendados para gozar de buena salud, frente al 42% de los hombres.
No es de extrañar que los habitantes de las ciudades estén más expuestos al riesgo de un estilo de vida sedentario que las personas que viven en zonas rurales. Los habitantes de la región de París pasan una media de 2 horas más al día de sedentarismo que los habitantes de las zonas rurales.
El análisis también muestra que los adultos con un bajo nivel educativo y los menores de 45 años son los más afectados por la falta de actividad física.
Las consecuencias para la salud son numerosas
Una actividad física insuficiente expone a múltiples riesgos para la salud, incluyendo un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes y ciertos cánceres.
Un estilo de vida sedentario también aumenta el riesgo de desarrollar hipertensión y obesidad.
El riesgo para la salud es aún mayor cuando se combinan varios factores. En Francia, más de un tercio de los adultos combinan un alto nivel de comportamiento sedentario (es decir, un gran número de horas sentados) con una actividad física insuficiente.
Según la ANSES, se trata de riesgos sanitarios evitables, siempre que se fomente el deporte y se tenga en cuenta en las políticas públicas.
'Es la propia organización de nuestros estilos de vida la que debe ser revisada, ya sea en el espacio público, dejando más espacio para la movilidad activa, como la bicicleta o los paseos, o en el lugar de trabajo, fomentando la práctica del deporte y limitando el tiempo sedentario, o en el sistema escolar, aumentando el espacio y el tiempo dedicado a las actividades físicas y deportivas', explica la profesora Irène Margaritis, responsable de la Unidad de Evaluación de Riesgos Nutricionales de la ANSES.
Es bueno saberlo
La actividad física recomendada por su efecto protector de la salud no se limita al deporte.
Abarca todas las formas de actividad diaria que permiten el movimiento, ya sean actividades laborales (como montar en bicicleta o estar de pie) o de ocio (como la Jardinería o la compra).
Por el contrario, pasar más de 8 horas al día sentado es un riesgo para la salud. Este tiempo sedentario incluye el tiempo que se pasa delante de una pantalla (televisión u ordenador), pero también el que se pasa sentado en el coche o en el trabajo.